domingo, 30 de julio de 2017

Patagonia. Invierno

Dir. Emiliano Torres
Act. Alejandro Sieveking, Christian Salguero

Argentina, 2016, 95 minutos



















Tierra sin rumbo
Nada hay que se asemeje más a alta mar que Patagonia, donde la mirada y la cabeza garrean sin remedio en su despiadado horizonte. Cuando algún director se atreve a meterse por medio con una cámara acaba perdiendo indefectiblemente la batalla consigo mismo y su historia como Vigo Mortessen en Jauja, agarrado solo a la traicionera mirada de su Ariadna.

Basta una anécdota con tono de western entre un viejo y un joven capataz escupidos por la tierra para fotografiar desganadamente un paisaje que a uno le ha torcido la mirada y le ha hundido sus -pocas- esperanzas en el fondo de algunos gintonics turbios y destemplados.

Rodada cerca de Calafate y del lago Argentino, blanquecinos como un yogur caducado, no admite la más mínima concesión; ni su tenue argumento, ni su diluida banda sonora en que suenan lejanos algunos diálogos ininteligibles, ni sus dos personajes que se autointerpretan en el vacío de ese mesmérico pozo de olvido.
alfonso

Maudie

Auto retrato de dama con perrito
Dir. Aisling Walsh
Act. Sally Hawkins, Ethan Hawke...

Irlanda, Canadá, 2016, 115 minutos



















(Auto) retrato de dama con perrito
Basada en una historia real de la pintora naif canadiense Maud Lewis, es una de esas películas a la que entras porque no has encontrado entradas para la que quieres, pero no decepciona, sino todo lo contrario.

Rodada en Nueva Escocia, cerca de la península de Labrador, dos frikies hacen frente a la vida en una cabaña de 3 por 4 metros, uno pescando y otra pintando cuadritos en tablas que reflejan la tierra en primavera. Lo que empezó por una relación de conveniencia acaba en matrimonio por la cansina, empecinada y desarmante obstinación de la pintora, muy propia de su género.

Así, el pescador acaba limpiando la casa, trayendo el pescado y atizando el hogar y ella pintando sus tablillas inocentes con su poca inocente mirada flanqueada por una artritis galopante que contagia las pocas luces del pescador varado en aguas de nadie.

Ethan Hawkes sigue anclado en papeles "antes" -del atardecer, amanecer, anochecer, de que el diablo sepas que has muerto-, lleno de tics, pero fiel a sus ideas y ella arrastra sus pies y sus muecas hasta hacernos añorar que cualquier otra tierra sería menos ingenua y algo más divertida.
alfonso

jueves, 27 de julio de 2017

Su mejor historia

Ese dulzón sabor a clásico
Dir. Lone Scherfig
Act. Gemma Artenton, Sam Clafin, Bill Nighy...


UK, 2016, 117 minutos


















Ese dulzón sabor a clásico
Se trata de cine sobre cine, una subtrama que siempre da resultado, sobre todo en las manos de una directora tan brillante como Lone Scherfig, autora Dogma y del descubrimiento de la inmensa Carey Mulligan en An Education.

Londres,  II Guerra Mundial, ante la falta de hombres la industria se plantea contratar a una guionista para realizar una película que levante la moral, pero con toque femenino. Tratará sobre una pequeña gesta inventada en la retirada de Dunquerke, -y de paso quitarnos el mal sabor de boca de la última tontería de Christopher Nolan recién vista- protagonizada por un par de gemelas, un héroe estadounidense de dentadura perfecta y cerebro atrofiado, un tío borrachín, un perrito y un héroe corriente de los que pueblan a miles los callejones de Londres (sic).

Hay de todo, extraordinaria puesta en escena y ambientación, -¡qué jerseys tejidos a mano!- amor, melancolía, pathos, humor, diálogos brillantes, magníficos actores, -ella y sobre todo el todo terreno Bill Nighy-, buena fotografía y un buen chorreón de eso que tan bien saber hacer los ingleses, reírse de sí mismos. Le falta un punto de genio para la tercera estrella.

Como dicen en la propia película, "el cine es la vida sin los momentos aburridos". O sea, como el besugo sin espinas o el alcohol sin resaca. 
alfonso

viernes, 21 de julio de 2017

Dunkerque

Propaganda exquisita
Dir y guión: Christopher Nolan
Act. Tom Hardy, Cillian Murphy... y los efectos especiales


UK y aliados, 2017, 107 minutos

















Propaganda exquisita
Una nueva ración de propaganda convirtiendo en victoria una derrota, aderezándola de gestas heroicas y patrióticas para conseguir que los imbéciles sigan marchando a la guerra, ahora por una soldada más sustanciosa, o por las matracas imbuidas por curas, imanes, ayatollas o presidentes dícense democráticos.

Eso sí, magníficamente pergeñada en base a unos efectos especiales cuya nómina arrasa la pantalla al pasar el rodillo de los créditos que soslaya casi al pobre elenco, con un Keneth Branagh, antaño un estupendo muñidor shakesperiano, hoy una patética caricatura de sí mismo.

Lo mejor la historia (una hora) de los pilotos, seguida de los marinos (un día) y rematada por la ovejuna infantería, una semana.

El final, con el discurso del batracio de Churchill añorando el imperio y saludando al incipiente que todavía hoy nos subyuga con sus juegos de tronos para millenials, esos descerebrados abducidos por las redes sociales, es sonrojante. 

Pero Christopher Nolan siempre ha sido un director sobrevalorado que, como Rita Barberá, es experto en fuegos de artificio de media intensidad. Hay que salirse en el minuto 100 de metraje. 
alfonso

jueves, 13 de julio de 2017

Estiu 1993

Tesina fin de carrera
Dir. y guión: Carla Simón
Act. Laia Artigas, Paula Robles, Bruna Cusí...

España 2017, 97 minutos










Tesina fin de carrera
Decía hace pocos días Javier Manías (sic), brillante columnista y aburrido literato,  que "durante muchos años los críticos cinematográficos y la prensa decidieron que había que promover el cine nacional, hasta el punto de que casi todas las películas españolas que se estrenaban eran invariablemente 'obras maestras”. 

Así ha pasado con esta, que no deja de ser un rutinario ejercicio de memoria autobiográfica, pudorosa en algunos aspectos y aburrida en otros, saludada por la crítica como "una de las mejores películas españolas en lo que va de año". De todas maneras con el adjetivo "española" no es decir mucho, dados los bodrios al mejor estilo americano que subvencionamos largamente con nuestros impuestos.

Demasiado naturalismo, poca definición de los personajes, -sobre todo el nuevo padre, apenas un esbozo-, Carla Simón debería haber aprendido en la Universidad que la cámara digital quema los exteriores a plena luz del día.

Se agradece el ajuste de cuentas con ella misma, pero es una película para ver una tarde de agosto frente al televisor, rememorar infancias líquidas y cerrar capítulos con la madre muerta y el padre inexistente. ¡Qué mala época atravesamos los hombres, casi nadie nos (re)trata bien, ellas menos que nadie!
alfonso

viernes, 7 de julio de 2017

Estados Unidos del amor

Estados Unidos del amor
Dirección y guión: Tomasz Wasilewski
Act. Julia Kijowska, Magdalena Cielecka, Dorota Kolak y Marta Nieradkiewicz

Polonia, 2016, 105 minutos


















Fanta tibia, vodka helado
Cuatro mujeres polacas se ven empoderadas, -el anglicismo de moda-, tras la caída del muro de Berlín y el triunfo de Solidaridad en su país y eso parece abrir a nuevos horizontes sus ansias de amor y felicidad.

Eso sí, en derredor de oficinas siniestras, bloques en medio de la nada, colegios grisáceos, iglesias deprimentes, un videoclub para misántropos y unos paisajes desoladores, retratadas en una fotografía muy quemada, al filo del blanco y negro, a veces con iluminación cenital y con una cámara que se pega a sus cogotes. Sin música, excepto alguna puramente incidental y como recurso dramático, por ejemplo I wanna dance with somebody de Whitney Houston.

Una se enamora de un cura, otra de un viudo que había sido con anterioridad su amante, otra de un fotógrafo de moda y la última de la tercera, todas sin éxito persiguiendo un sueño que naufraga en esa clase de hombres, que, por supuesto, salen muy malparados.

En la primera escena, el grupo bebe vodka en una comida y una  de las protagonistas anuncia que tiene Fanta comprada con los marcos que le manda un emigrado al paraíso.

Polonia, su pompa y su circunstancia pesan como un muerto en alta mar.

Buena película, excelente actuación, tristeza garantizada. No se puede decir que a uno le ha gustado, porque si así  fuera estaría rigurosamente muerto.
alfonso