miércoles, 5 de abril de 2017

Hablando (último aliento)

Una temporada en el infierno
Dir. Ainhoa Amestoy

Texto de Irma Correa

Act. Lidia Navarro, Muriel Sánchez

Equipo artístico: Raquel Berini (ayudante de dirección), Elisa Sanz (escenografía),  Marta Graña (iluminación)...



Sala Princesa Teatro María Guerrero









 Una temporada en el infierno
El suicidio es una causa de muerte que mata en España más personas que la carretera, superando las 5000 al año, según cifras oficiales. Aparte de ser un derecho, muchas veces, demasiadas, esconde dramas, dolor insoportable, desolación, soledad y desamparo, lo que no se nombra ni aparece en las cifras oficiales. En este caso, la huida de una vida sencillamente inaguantable a manos de tu maltratador que un día creíste que era tu amante.

La sala pequeña del María Guerrero, la antigua cafetería de recuerdo tan familiar que duele, se ha transformado en una especie de ataúd con techo bajo e inclinado hacia un parco escenario que podría, podría, augurar lo que vamos a ver, dos mujeres en el infierno; la real y su fantasma, creyendo esconderse de su pareja a punto de salir de la cárcel. Pobres de nosotros si no charlamos con nuestro fantasma.

Un texto muy trabajado y bien escrito al que uno quizá le pediría que no impostase algunos elementos, -la pistola, los efectos sonoros, el final- para que funcione como una apisonadora, muy bien interpretado por las dos actrices, estupenda hasta la emoción Lidia Navarro, a la que deseamos ahuyente a su personaje nada más bajar de las tablas.

Por lo demás, aun en esa morgue, gran escenografía, dirección y puesta en escena de un espectáculo que bien merecería "hacer provincias", "hacer bolos", y sin embargo, no se merece el afiche del diseñador de turno, que no se sabe de dónde ha sacado ese par de cucarachas que adornan un cartel irreproducible.

Suicidarse a veces es abrazar la vida, reivindicar el derecho a desaparecer, como hacían Sartre y la Beauvoir, a huir y esconderse de los monstruos que viven debajo de la cama. Y en muchos casos encima.
alfonso