viernes, 25 de marzo de 2016

Juventud

El arte de la pedrada
Dir. Paolo Sorrentino
Act. Michael Caine, Harvey Keitel, Raquel Weisz....


Italia, Francia, Suiza, Reino Unido, 2015, 124 minutos

















El arte de la pedrada
Dícese de aquello que es pedestre y trata sobre todo de impactar por sí mismo y en pequeñas píldoras. Y de paso epatar. Suelen practicarlo los fatuos y engreídos, esos que en los museos no paran de hacerse selfies con el palito. Fellini era uno de esos cretinos y tiene en Sorrentino a un becario aventajado. No digo que sean malos cineastas, ojo, pero no fui a ver La Belleza, porque no aguanto al muñidor de Ocho y medio y menos a sus acólitos, italianos pagados de sí mismos y alicatados hasta el techo.

Aquí perpetra una película enladrillada con la pasta y el prestigio que le dio el Oscar y claro, con más recursos, más tonterías. Eso sí, se ha permitido un elenco de puritito lujo incluso con un cameo de Jane Fonda haciendo de Jane Fonda que en paz descansa.

Hay algunas píldoras, -el director seguro que las llama escenas-, que son directamente delictivas, que chirrían como Maradona -que aparece en la película como personaje- dirigiendo el Adagio de Mahler. 

Se salva Michael Caine, los Alpes, el hotel donde Thomas Mann escribió La montaña mágica y algo de la banda sonora.

Debilidades de una tarde de Viernes Santo. Peor que una procesión Podemita en que sacaran en paso a la Abu Carmena.
alfonso

miércoles, 23 de marzo de 2016

Nuestra hermana pequeña

La sangre es más espesa que el sake
Dir. Kore Eda Hirozaku
Act. Haruka Asaye, Masami Nagasawa, Kaho, Suzu Hirose...


Japón, 2015, 128 minutos


El tráiler













La sangre es más espesa que el sake
Vuelve Kore Eda a su universo familiar, a Ozu, es cierto, aunque ya sea tópico nombrarlo en la obra de este director que corre el serio peligro de superar a su maestro en cuerpo y alma. Vuelve a la familia y a los jóvenes armado de su plano favorito, el medio con la cámara muy baja como el maestro.

Tres hermanas a quien su padre abandonó de jóvenes por otra mujer acuden a su funeral y allí conocen a su hermanastra, hija de su nueva relación. Tras el funeral, -maravillosos funerales sintoístas por los que el director confiesa su devoción-, proponen a la joven que se vaya a vivir con ellas, abandonadas también por su madre, vencida por la vergüenza y la humillación.

Allí se abre esa familia que algunos podrían tildar de disfuncional en términos japoneses, en las que cada una muestra su carácter, su sagrada burbuja de intimidad que va cediendo lentamente, su aislamiento físico, -los japoneses no se tocan-, mientras los cerezos en flor, la comida, el mar de Kamamura y los fuegos artificiales van haciendo su trabajo en pos de la aceptación de nuestra historia y el reconocimiento del otro, es decir, del equilibrio. Eso sí contado con la exquisita sensibilidad oriental del autor de Nadie sabe,  Kiseki-milagroStill walking y De tal padre, tal hijo

O'Neill lo dijo de otra manera en El largo viaje del día hacia la noche: "Siempre nos hemos querido y nos querremos. Más vale que recordemos eso y no tratemos de remediar las cosas que no tienen remedio, las cosas que nos ha hecho la vida y que no podemos explicar ni disculpar."
Imprescindible.
alfonso

Post Scriptum. He entendido catorce palabras del original. Contadas. Mi curso de japonés, ¡funciona!

miércoles, 16 de marzo de 2016

Janis

La abuelita de Amy Winehouse
Dirección y montaje: Amy Berg

EE.UU,  2015, 105 minutos



















La edad de la inocencia
Al principio fue el verbo. Y se hizo Janis, Joplin para más señas. Aquí no la tenemos por lo que significa el título original Little Girl Blue, con el doble sentido de "blue" como estilo musical y como sentimiento o forma de ver la vida, sino como la primera rockera, a la que vimos en Monterrey Pop, yo concretamente en el Cine Peñalver, con 17 años, melena incipiente y los ojos desmesuradamente abiertos.

La edad de la inocencia
Quizá la película no sea extraordinaria, pero es extremadamente sincera y honesta. A ello contribuye no poco que la mayoría de los tipos que salen sigan siendo estrafalarios, vistan ropas de flores y sombreros raros, lleven los aditamentos capilares que el tiempo les permite, y miren directamente a los ojos de la cámara... 50 años después.


Y nos llegan los ecos de la contracultura, del flower power, del sonido San Francisco, de Woodstock y de todo tipo de sustancias psicotrópicas como desde el fondo de una caverna a la que hubiéramos dado la espalda.

Janis lo dio todo porque no podía bajar del escenario nunca y se sentía sola. Compuso un excelente cadáver a los 27 años. Todavía hoy se te pone la piel de gallina con Me and Bobby McGee, o Summertime o Piece of my heart

La abuela de otra Amy con la que compartió voz, (des) amores y destino.
alfonso

domingo, 6 de marzo de 2016

El amor es más fuerte que las bombas

Más alto pero no más fuerte
Dir. Joaquim Trier
Guión: Joaquim Trier & Eskil Vogt
Act. Gabriel Byrne, Isabelle Huppert, Jesse Eisemberg...


Noruega 2015, 105 minutos















Hace más ruido que las bombas
Los distribuidores vuelven a jugar a literatos y se inventan el título, que queda más grandilocuente y se supone que vende más. Aunque el amor pueda hacer más ruido, pero nunca ser más fuerte. Joaquim Trier se ha apuntado a las historias melancólicas, de amaneceres tardíos, cuando se abre una cabeza embotada por el alcohol y las drogas. Ya lo hizo en Oslo 31 de agosto, y su guionista de cabecera en Blind.

Se ha pasado al inglés y ha cambiado el escenario, Nueva York por Oslo, pero la ciudad de los rascacielos no aparece en el guión, solo los productores entre bambalinas. Sí lo hacen los dos enormes protagonistas con una presencia física imponente, Gabriel Byrne y Isabelle Huppert, para contar una historia un poco mentirosa, que va creciendo según adquiere peso específico.

Algunos venden sentimientos como otros caramelos y de su educación sentimental Dogma y de un estilo un tanto deudor del vintage escandinavo acaban saliendo películas como esta, algo edulcoradas, un poco mentirosillas, melancólicas e impostadas en su nostalgia de no se sabe qué tiempo mejor o deudoras de qué realidad, si la de las bombas del Tercer Mundo, o de las familias abiertas, tristonas, un pelín extrañamente autocompasivas y compungidas.
alfonso