viernes, 28 de octubre de 2016

Verano en Brooklyn

La vida nada más
Dir. Ira Sachs
Act. Theo Tapliz, Michael Barbieri, Greg Kinnear...


EE.UU. 2015, 85 minutos

Título original: Little Men















La vida nada más
Una familia neoyorquina, él actor, ella psicoterapeuta, se traslada a Brooklyn porque su economía hace aguas, al piso de su abuelo que mantenía a una inquilina chilena en la tienda de abajo. Ambas familias, la de ella monoparental, tienen dos hijos de 13 años que inmediatamente simpatizan. Luego la vida, sus avatares económicos, les van separando, aunque los muchachos viven su propia historia al margen, justo al margen, en la cuneta de la vida, en paralelo a la de sus padres.

Ya se encarga el autor de señalarnos que sigue el camino de Chejov, con el padre interpretando La gaviota en un teatro de tercera. La vida discurre en la superficie mientras en el subsuelo se cuecen los pequeños dramas, la existencia, los fenómenos que vivimos día a día y que nos hacen posicionarnos lo queramos o no. La escena de la clase Stanislavsky, -el gran muñidor de Chejov-, que lleva a cabo un viejo profesor, no tiene precio.

Bien es cierto que los cielos aparecen quemados, pero los encuadres son perfectos. La música entra casi sin enterarnos, pero pespuntea la trama, como en la vida misma. Las actuaciones fluyen empapándose del guión según transcurre.

Una extraordinaria experiencia de la mano de los maestros rusos, con esa mirada lateral que enfoca más lo que sucede por debajo y al margen, es decir que enfoca la vida con la sutileza de la Rusia pre revolucionaria.

¿No recordáis cuando teníamos trece años y nos bebíamos el azul del cielo a cucharadas? 
alfonso