lunes, 30 de abril de 2012

Kiseki (Milagro)

Dir. Horokazu Kore Eda
Act.  Koki y Ohshiro Meda, Nene Otshuka, Kirin Kiki














La magia del tren eléctrico
Como le dijo un campesino centroamericano a Eduardo Galeano, "Al final todos los intelectuales se hamburguesan" (sic). Del Kore Eda de la obra maestra Nadie sabe con la desolación de los niños abandonados, o la no menos apabullante Still Walking, todo un universo de pérdida y reencuentro familiar, a este leve ejercicio sobre la felicidad de los niños, media todo un abismo.

Probablemente el abismo de tener dos hijos de esa edad maravillosa en torno a los ocho años y asistir fascinado a su crecimiento.

Sigue, no obstante, situando la cámara a la altura de los ojos de los pirracas, no saca a un sólo adulto en primer plano, venera a los mayores, recrea universos de Ozu que creíamos perdidos y nos regala una escena emocionante incluso para el propio Godzilla, -servidor-, cuando los niños piden que se cumplan los deseos que harán posibles el milagro que se produce cuando se cruzan dos shinkansen, los trenes bala japoneses.

Como en Air Doll a veces le puede el lado blandito, por ejemplo en la música acaramelada y en la reiteración de algunas escenas del cole algo cursilonas.

Es decir, más Scalextric que tren eléctrico. Y dónde va a parar la magia de uno y otro, cuando un domingo de lluvia nos dejaban sacarlo del altillo y montar las vías, apenas un óvalo que hoy movería a risa a cualquier chavalito playstation.
alfonso

sábado, 28 de abril de 2012

Martha Marcy May Marlene

Dir. Sean Durkin
Act. Elisabeth Olsen, John Hawkes, Sarah Paulson














Desprogramando a MMMM
Una desasosegante y verosímil película sobre las sectas, con siniestros ecos de Charles Manson debidos en gran parte a la poderosa interpretación del siempre inquietante John Hawkes, La tormenta perfecta, y sobre todo Winter's bone. Primera película del director, que comienza multipremiado en Cannes y Sundance, aunque quizá debido a la falta de medios, presenta un negativo subexpuesto y una banda sonora apenas inteligible.

Eso sí, maneja impecablemente el tempo, los planos medios fijos o con lentísimos movimientos de cámara y se convierte en un maestro del flash back, con un guión sólido como una roca, que se adivina muy trabajado.

Como objetivo de la secta, de todas ellas, ya sea el Opus, los Evangelistas, el Vaticano, Traperos de Emaús, Sivananda, Jodorosky, el Partido Humanista o los taraditos de UCE, el IESE...  se encuentran los mismos mimbres de siempre, el control de las personas emocionalmente inestables procedentes de familias desestructuradas, la falta de cariño y una cierta tendencia a la violencia y a la paranoia.

Y por supuesto, aprovecharse del trabajo ajeno y conseguir esclavas sexuales. Es decir, al final a todos los gurús les da por lo mismo, la pasta y el sexo.
alfonso

miércoles, 11 de abril de 2012

Lástima que sea una puta

Dir. Declan Donnellan & Nick Ormerod
Act. Lydia Wilson, Laurence Spellman, David Mumeni...

Teatro El Matadero











Desmontando a Shakespeare
O quizá debiera decir al teatro isabelino de comienzos del Siglo XVII. Vi por vez primera en 1979 la representación de la obra en Madrid de la mano de la compañía de MªPaz Ballesteros, dirigida -mal- por su compañero Vicente Sainz de la Peña. Recuerdo un buen texto, una discreta actuación, una lamentable puesta en escena. Un escándalo en aquellos tiempos, todavía en el umbral de la caverna, por representar un incesto.

La compañía del dúo más aclamado del teatro mundial, Declan Donnellan y Nick Ormerod, Cheek by Jowl, algo así como uña y carne en traducción expedita, lleva arribando a esta capital algo más de siete años y hoy firma el epitafio de Mario Gas a cargo de El Español tras haber contribuido a aúpar a Ruiz Gallardón, el gran histrión, el auténtico Tartufo, a las más altas cimas de la miseria intelectual y moral, el Ministerio de Justicia.

John Ford es el máximo representante de un cierto teatro isabelino que ya entonces quería triunfar sobre la modélica obra de El Bardo -muerto ocho años antes de representarse esta obra-, a base de efectos especiales de la época: mucha daga, mucho veneno, algo de morbo, sexo turbio, lentejuelas y oropeles en el escenario. Como hoy Hollywood sin ir más lejos, salvando, eso sí, las abisales distancias. Y de eso se ríen a mandíbula batiente los directores, jugando con el humor, las canciones y una puesta en escena que oscila entre lo kitch y lo melifluo, siempre al borde de la más pura genialidad.

Los actores, a base de mucho ensayo y pura técnica dejan que aflore el genio que sólo se consigue trabajando, diciendo maravillosamente el verso, algo capado por la versión, y más para los que sólo lean los sobretítulos, y realizando una actuación total y entregada.

Pero el verso jacobino irrumpe en las escenas clave derramando su luz y su fulgor sobre esas pasiones tan crueles y tan primitivas que sólo pueden ser humanas.
Es el mejor teatro del mundo.
alfonso

jueves, 5 de abril de 2012

Take Shelter

Dir. Jeff Nichols
Act. Michael Shannon, Jessica Chastain, Tova Steward












Señales que precederán al fin del mundo
Parábola avalada por el gran pope del cine indie, Sundance, y premiada en Cannes y otros festivales del mismo talante, estira el cuento media hora de más.

Una familia del medio Oeste americano, más yanqui que el béisbol, las hamburguesas y la Biblia juntas empieza a tambalearse debido a las pesadillas premonitorias que parece experimentar el cabeza de familia, un obrero de la construcción resultón, casado con la maravillosa pelirroja de El árbol de la vida.

Podría parecer que su autor tirase del otro hilo del relato, el terror a heredar la enfermedad mental de tus progenitores, esa sí, una pesadilla auténtica, más que llover barro, ranas o valencianos pidiendo caviar con un Rolex de oro en ambas muñecas.

Pero no, la parábola juega con la crisis que nos amenaza y utiliza a la niña sorda como tótem y a la familia como icono.

Y a pesar del título, como es evidente en cualquier parte del planeta, no hay refugio que valga. Excepto en los chalets de la Moraleja, claro.