sábado, 18 de enero de 2014

Agosto: Osage County

Súbitamente el último verano en Oklahoma
 Dir. John Wells
 Act. Julia Roberts, Meryl Streep, Ewan Mc Gregor,  Chris Cooper, Sam Shepard






EE.UU 2013
Súbitamente el último verano en Oklahoma
No hay más que cambiar el calor gótico del Sur Profundo de Tennesse Williams por el estéril calor de Oklahoma, uno de esos Estados de la Biblia, que tan bien representan el carácter agrícola de los catetos estadounidenses y que apareció en el mapa al servir de marco a la tragedia de A sangre fría.

Luego, el retrato de la familia disfuncional -¿hay alguna que no lo sea?-, discurre por los mismos derroteros: incesto, alcoholismo, pasiones y odios cocidos al fuego lento de la infancia. No hay más que reunirse al calor de la Navidad, del 4 de julio o Día de Acción de Desgracias en los EE.UU. para que el conflicto detone.

La obra teatral de Tracy Letts da pie a esta mediocre película que naufraga en un mar de actores imprescindibles. Casi recién sentados en la butaca nos sumerge en una vorágine inexplicada, en un maelstron impostado en el que giran impávidos los 120 minutos y que da a cada protagonista su correspondiente escena de lucimiento.

Yo soy de ese selecto club que abomina de Meryl Streep, la Violeta de la película, enferma de cáncer, que comparte nombre con la Violeta Venable de la obra de Williams. Suponemos que Sam Sheppard se suicida al principio de la película por no aguantarla. 

Y sin embargo Julia Roberts mejora con los años y los kilos. Y al igual que a la Binoche, a su belleza le sienta espléndidamente la tristeza. 
alfonso