Dir. Werner Herzog
Act. Nicolas Cage, Eva Mendes, Val Kilmer
El toque Herzog
Al igual que se habla del toque Lubitsch o el toque Buñuel, el alemán imprime siempre su sello a lo que toca, aunque sea una película alimenticia como esta.
Trasladando la acción a la onírica New Orleans posKatrina, -algo así como el tercer círculo del infierno siendo el segundo Haití-, el director trasmuta el sentimiento católico de culpa del original de Abel Ferrara en un parábola laica, con un sentido del humor muy sutil. Por otro lado, si la hubiera hecho otro director la cinta quedaría en nada, pero el toque Herzog funciona: él se ha ocupado personalmente de filmar las tomas del caimán y las iguanas, por poner un ejemplo.
Los actores están bastante justitos. Una Eva Mendes guapísima pero floja, un Val Kilmer en horas bajas entre colocon y colocón y un Nicholas Cage -el de los peinados creativos-, pasado de vueltas y falto de neuronas. No hay mas que leer su particular "perla" al respecto:
Werner me ofreció en 1995 el papel de Hernán Cortés. No creo que en esos momentos debiera interpretar a un dictador. Hay actores que han interpretado a Hitler o Charles Manson y su carrera ha caído en picado por interpretar a un dictador.
Nico, hermoso, ¿qué te metes?
alfonso