domingo, 30 de octubre de 2022

La isla de Bergman

 

Dir. Mia Hansen-Løve

Reparto: Vicky Krieps, Tim Roth, Mia Wasikowska...

Francia, 2021, 112 minutos

Filmin (de pago)







Cinefilia gafada
La crítica plomiza, El Mundo, El País, El Periódico, ABC... se ha deshecho en elogios de parecido calibre, "turbadora belleza, exultante hondura, audaz juego metatextual, luminosa, grácil y emocionante"... pero no se deje usted engañar. Como decía Marx, Groucho, claro, "se comporta como un imbécil y puede parecer un imbécil,  pero no se deje engañar, es un imbécil". 

Así, podemos afirmar que a la directora y guionista se le ha pegado toda la arrogancia del eximio director sueco sin nada de su talento y profundidad y la historia planea débilmente los 112 minutos del metraje sobre la paciencia del respetable.

Dos cineastas que son pareja llegan a Fårö, la isla frente a Estocolmo en la que vivió el hijo del pastor sueco y donde concibió a parte de sus siete hijos con cinco mujeres, y rodó algunas de sus películas más plúmbeas y malrrollistas, como Persona, Secretos de un matrimonio y sobre todo, Gritos y Susurros.

Claro, ese espíritu impregna el paisaje, la biblioteca de su casa, su sala de cine particular, el molino y la casa donde se hospeda la pareja que trata de crear cada uno su película imán, tan cenizas como la de este  sueco que entró de joven a una morgue a contemplar el cadáver desnudo de una joven recién fallecida.

Se salva, esta cinta, digo, por la Wasikowska, una actriz australiana extraordinaria que ya había facturado cintas, esta vez sí, deliciosas, como Jane Eyre o Madame Bovary.

O sea que no se deje usted engañar por las apariencias, esta película es de una insoportable y plúmbea  levedad.
alfonso


domingo, 23 de octubre de 2022

Argentina 1985

 

Dir. Santiago Mitre

Reparto: Ricardo Darín, Peter Lanzani, Alejandra Flechner...

Argentina, 2021, 140 minutos

Prime Video







El horror, el horror...
El clásico dice que los dioses crearon un país maravilloso y para compensar pusieron allí a los argentinos. Y luego, para colmo, inventaron el peronismo, estrella polar de la izquierda global de estos aciagos tiempos.

La película, producida por Amazon, tiene un guion caótico que adolece de falta de intensidad dramática y sobre todo no produce un in crescendo, ni arroja escenas que reflejen la tragedia de forma cinematográfica, aunque algunos relatos de los testigos sean, lógicamente, escalofriantes.

Darín compone un buen personaje, algo frío, otros dirían que muy contenido, y la fotografía sigue la estela de Coppola de la mano de su fotógrafo Gordon Willis, denominado el Príncipe de las Tinieblas por su dominio del claroscuro, del tenebrismo y la iluminación esquinada, y está bien ambientada en esos ominosos años 80.

Sobran muchas frases inconsecuentes, muchas escenas, de relleno o quizá para rebajar la tensión, y los secundarios están muy bien, como casi siempre, formados en la extraordinaria escena teatral bonaerense.

Al final, podría parecer que el mérito civil del juicio a la dictadura empalidece la barbarie de un ejército que desde el siglo XIX perpetraba genocidios y practicaba la tortura incluso con sus propios correligionarios. 

Lo que no impidió que el máximo responsable Montonero, Mario Eduardo Firmenich, acudiera a Malvinas desde la cárcel, para felicitar la hazaña de Galtieri y su banda de asesinos uniformados. El horror.
alfonso


miércoles, 19 de octubre de 2022

Tenéis que venir a verla

Dir Jonás Trueba

Reparto: Itsaso Arana, Francesco Carril, Irene Escolar...

España, 2021, 65 minutos


Verla... o no

Sesenta y cinco minutos sobre la insoportable levedad del ser de estas nuevas generaciones gafapasta, devotos del Café Central, del ping pong y otras actividades inodoras, incoloras e insípidas, en que no sucede casi nada, se limitan a hablar  de nimiedades y alertan sobre sus obsesiones de medianos burgueses -ya no quedan pequeños en este país-, culturetas con chalet en Alpedrete y devoción por el cordero al horno.

Lógicamente acaban glosando un libro del filósofo de moda, Peter Sloterdijk, una mezcla de Theodor W. Adorno, no confundir con el gato de Vázquez Montalbán, y el gurú de moda indio, Osho, su maestro, lo que le hace pergeñar libros de autoayuda como el aludido, Has de cambiar de vida, escrito especialmente para almas errantes adictas al Ribera del Duero en tetrabrick. 

El eximio filósofo no duda en inventar una teoría política, el conimunismo, que como todas no funciona en absoluto, aunque esperemos que esta cause menos masacres que las anteriores.

Y así discurre la cinta, suavemente, con una excelente fotografía y ¡cielos! buen sonido en una película española, pero sin que te permita abandonar ni por un momento el rictus de, pues bueno, pues vale, pues me alegro...

alfonso

lunes, 10 de octubre de 2022

Fuego

 

Directora: Claire Denis
 
Reparto: Juliette Binoche, Vincent Lindon, Grégoire Colin...

Francia, 2022, 116 minutos








El patético Oso berlinés

Este año Berlín ha perdido definitivamente el norte. Sigue la moda femenil, premiando a Alcarrás, de la petarda incipiente Carla Simon y a Claire Denis también guionista de este ladrillo al que se ha prestado la Binoche, que estaba avisada pues ya había trabajado con la perpetradora en Un Sol interior. Peor para ella y su carrera.

Se trata de la historia de un triángulo, mujer, dos hombres, mal contado, peor filmado, torpemente iluminado, chapuceramente orquestado, con algunas boutades, es decir chorradas, como nombrar a Frantz Fanon sin venir a cuento y trufado de escenas patéticas como la charla paternalista king size del padre a su hijo mestizo, y con un total desaprovechamiento de la diva a la que no concede ni una sola escena salvable.

Sobre la trama, conviene recordar a Murakami, aunque la cita sea larga, correspondiente a su libro Hombres sin mujeres: 

Tokai estaba convencido de que todas las mujeres nacían con una suerte de órgano independiente para mentir. El dónde, cómo y qué mentiras cuentan varía un poco, dependiendo de cada una. Pero en algún momento, todas las mujeres han de mentir, incluso tratándose de temas serios. En los asuntos triviales, naturalmente también mienten, pero es que ni en los más serios se plantean no mentir. Y en esos momentos apenas les cambia el color de la cara o el tono de la voz. Eso se debe a que no son ellas, sino el órgano independiente del que están provistas, el que obra a su albedrío. Por eso contar mentiras -salvo en unas pocas excepciones- jamás atormenta sus hermosas conciencias ni altera sus plácidos sueños.

Pero, caramba, hay que hacerlo mejor y con más gracia, señorita Denis. Y por cierto, si se siguen achicando las pantallas de los cines, y fallando los proyectores, -poca potencia, deficiente definición-, seguiremos refugiados en casa, agarrados al gin tonic salvavidas viendo películas sin parar.

alfonso