Dir. David Cronenberg
Act. Michael Fassbender, Viggo Mortensen, Keira Knightley
Tan guapa como tonta
El método peligroso al que alude el título debe ser el perpetrar películas como éstas para un director de la talla de Cronenberg. El disparate viene de la mano de Keira Knightley, cada vez peor actriz -aquí se sumerje en el ridículo- y cada vez más ubicua en las pantallas.
Sólo el siempre eficaz Fassbender sostiene el entuerto porque el actor fetiche del director trata de dar vida sin conseguirlo a un momificado Doctor Freud.
Lástima de música a cargo del brillante Howard Shore, del cuidado vestuario -demasiado nuevo siempre-, diseñado por una Cronenberg, de guión escrito por Christopher Hampton -el de Las amistades peligrosas- que aquí naufraga, y de una cuidada fotografía que procura sacar lo mejor de Austria y Suiza, lo cual no siempre es posible sin que aparezcan los dos personajes que han puesto en el mapa estos anodinos países, Hitler y el reloj de cuco.
Lástima dilapidar una sólida obra con películas como La mosca, Una historia de violencia, Promesas del Este y sobre todo la turbia Inseparables con bodrios como este.
alfonso