viernes, 20 de septiembre de 2013

Rush

 Dir. Ron Howard
 Act. Daniel Brühl, Chris Hemswoth...
Deprisa, deprisa
El segundo síntoma inequívoco de que te estás haciendo mayor es que dejas de correr. Por eso estábamos tantos caballeros de edad madura en el cine. Por oler a gasolina quemada y sentir algo de aquello que se veía por la ventanilla incluso con una carraca de aquellas con las que andábamos.

Lástima que las escenas de coches sean muy flojas, nada que ver con lo que hoy te brinda una carrera de Fórmula 1. Lástima que los actores, incluso el inolvidable Daniel Brühl de Salvador Puig Antich, compongan caricaturas, aunque probablemente sus representados fueran esos patéticos muñecos, James Hunt, playboy de piscina, Niki Lauda, un cretino teutón que hace que Fernando Alonso parezca un tipo simpático y dicharachero.

Lo mejor, una fotografía agresiva y muy saturada para alegría de los coches rojos de Ferrari, aunque los Lotus negros salgan algo perjudicados, y esa alegría de vivir a tope, propia de los años 70.

Era Woody Allen el que decía que cuando te haces mayor el cerebro se convierte en tu órgano favorito... 
Tu segundo órgano favorito.
alfonso