viernes, 23 de noviembre de 2012

Y recibí las peores noticias de tus labios

Dir. Beto Brant y Renato Ciasca
Act. Camila Pitanga, Gustavo Machado, Zecarlos Machado

Brasil, 2011













Novo Cinema brasileiro 40 años después
La historia de un triángulo en el universo cerrado de la gran Amazonía, filmado con espléndida fotografía, tanto analógica como digital, con mucha fuerza y el colorido que sólo puede prestar un país tropical con el empuje y la garra de Brasil.

Recuerda en algo a Orfeo negro que yo relaciono más con  Cocteau que con el primigenio film de Marcel Camus, y que inmortalizó su suavísima bossa nova en aquellos tiempos en que las mañanas eran tan azules como  más tarde se volverían los recuerdos. También recoge aromas del Cinema Novo de Glauber Rocha encarnado en los Cangaceiros que luchaban contra las guardias blancas de los fazendeiros y que veíamos en los colegios mayores en los que sorteábamos a duras penas la censura.

La película ganaría si no se tomara tan en serio a sí misma, si delineara mejor los personajes y afinara la historia, y le diera al menos la mitad del ritmo de su magnífica banda sonora.

Pero siempre es agradable oír falar portugues, ver cine de otras latitudes y dejarse arropar por el cuerpo sinuoso de Camila Pitanga que además de ser una mulatona de bandera -qué bandera no importa-, resulta ser una excelente actriz.
alfonso

sábado, 10 de noviembre de 2012

En la casa

 Dir. François Ozon
Act. Fabrice Luchini, Kristin Scott Thomas, Emmanuelle Seigner















El penúltimo de la fila
A partir de los cincuenta hay que hacer caso siempre a los prejuicios, porque a esa edad ya se han fundamentado con solidez. Así, luchaba contra la voz interior que me aconsejaba no ir a ver una película francesa que versa sobre la burguesía, menos aun si se trata de burguesía rural o de ciudad de provincias. Para colmo, el director se reclama admirador rendido de Eric Rohmer. Sólo falta Lelouch, -me dije al leer el programa de mano-, y me salgo antes de entrar.

A partir de un libro del dramaturgo Juan Mayorga, el director y autor de la película quiere tejer una historia desasosegante al estilo de Teorema de Pasolini, pero en gabacho, sobre un joven de clase obrera que se asoma y se cuela en una familia burguesa desde una perspectiva de narrador de historias, observador impenitente desde la última fila.

Lo que consigue es una historia aburrida, sin ritmo, minada de lugares comunes, con unas actuaciones aseadas e hidrófilas y unos personajes sacados de lo peor del imaginario de la Europa meridional, por ejemplo los ninots de las Fallas de Valencia. Sorprendentemente, -o no-, le han dado la Concha de Oro en San Sebastián.

Lo único que prometía es la historia, porque ciertamente atestiguo que existe esa atracción por la familia que no es la tuya.

¿Era mi pasión por la señora Gray, en sus comienzos, en cualquier caso, algo más que una intensificación de la convicción que todos teníamos a esa edad que las familias de nuestros amigos eran mucho más simpáticas, amables e interesantes ─en una palabra, más deseables─ que la nuestra?
John Banville, Antigua luz

alfonso

viernes, 2 de noviembre de 2012

Tres hermanas


Dir. Declan Donnellan, Nick Ormerod
Act. Compañía del Festival Internacional Chejov de Moscú

En ruso con sobre títulos

Rusia, 2006




Nunca pisaremos Moscú
Nunca había oído tantas veces la palabra "feliz" en una representación teatral. Probablemente el autor haya querido retratar así tiempos pre revolucionarios, de huida de la infelicidad también social, en el seno de una familia de la Rusia profunda que anhela dejar su vida provinciana de amores de tercera y ambiciones de cuarta, y llegar a la capital que todo promete. Como siempre, Chejov nos ofrece esa mezcla de optimismo al filo de la melancolía y el drama, tan cara al alma eslava.

Tres horas de espectáculo en ruso con sobretítulos, de la mano de los ingleses Declan Donellan y Nick Ormerod, fundadores de Cheek by Jowl, y de una compañía brillantísima, que merced a una depurada técnica, fruto del trabajo y también de cierta improvisación- método Stanislavski puro, coetáneo por cierto de Chejov-, consiguen una desarmante naturalidad que conecta extraordinariamente con el público del Valle Inclán, en pleno barrio de Lavapiés.

En estos tiempos ya siempre post revolucionarios, estoy tentado a reconocer que los grandes maestros rusos nos siguen emocionando casi como cuando éramos adolescentes, aunque ya entonces habíamos dejado de soñar con Moscú.
alfonso





jueves, 1 de noviembre de 2012

El ladrón de palabras

Dir. Brian Klugman y Lee Sternthal
Act. Bradley Cooper, Jeremy Irons, Dennis Quaid, Zoe Saldana

EE.UU 2012












El manuscrito perdido de Hemingway
Quizá dos estrellas sean algo excesivo para esta película de dos directores muy primerizos, pero la historia las merece. ¿Qué haría un escritor al que no le publican ni los anuncios si se encontrara un manuscrito perfecto? En efecto, de eso trata la película que explota además -y bien-, casi todos los tópicos americanos de la escritura, París, Hemingway, la posguerra de la II Guerra Mundial... Sólo falta Salinger y su Guardián entre el centeno.

La película remolonea en dirección, plana y lenta, y en actuación, del previsible Bradley Cooper, el líder de Resacón en la Vegas, al que le va más la vis cómica que la dramática, hasta que aparece el genial Jeremy Irons que con sólo dos escenas, ambas memorables, hace que la cinta remonte el vuelo.

Se ve con muchísimo agrado, se le perdonan todos los defectos de primerizos del taller de Sundance, y se disfruta con los avatares del escritorzuelo, aunque se hace evidente que un personaje como el descrito sería incapaz de escribir la novela en cuestión atendiendo a uno de los mandamientos de Papá Ernesto: no se puede escribir de lo que no se ha vivido.

Por cierto, ¿qué haría un editor ante un manuscrito perfecto? 
Exacto, tirarlo a la basura.
alfonso