miércoles, 31 de enero de 2018

Knight of cups

Al garete
Dir y guión: Terrence Malick
Act. Christian Bale, Cate Blanchett, Natalie Portman...

113 minutos, EE.UU, (No estrenada en España)

Traducción (correcta) al castellano. Rey de corazones















(S.C) Navegar es lo que importa, aunque sea al garete
Ya mencionábamos el síndrome en El tercer asesinato de Kore Eda, ese que acomete a los grandes artistas y creadores haciéndoles perder el asidero con la realidad, dejar de escuchar y navegar a la deriva. Malick ya lo apuntaba en El árbol de la vida, pero aquí bate su propio récord de voces en off, actores ausentes, guión tenue como una raya en la arena, montaje -dos años-, obsesivo, banda sonora excelsa y mucha, mucha agua, contrapicados, steady en permanente estado de agitación, algún dron, ausencia de primeros planos, y pasión por la arquitectura, el mar y demás señas de identidad propias.

Ya conocemos su fijación con Heidegger y su imperativo fenomenológico, y cómo se ciñe a ese estilo, a decir de Sarah Backwell en El café de los existencialistas, "Coger el mundo, rehacerlo y devolverlo casi sin cambiar excepto por lo que se ha observado. Este estilo cinematográfico divergente gira en torno a cuestiones de la identidad humana, el propósito y la libertad."

Intentar poner rigurosamente en imágenes lo que normalmente no se suele poner en imágenes, lo que se suele considerar inexpresable. Hacer pensar  diferente como afirmaba tras unos cientos de páginas el filósofo alemán. Aunque no se entienda, se cambia.

Pero, Terry, sin achaques de la vejez. Esperemos tiempos mejores. A ver si se atreven a estrenar Song to song o Voyage of Time y seguimos soñando casi despiertos, al borde mismo del abismo de la vida.
alfonso