viernes, 5 de junio de 2015

Phoenix

Dir. Christian Petzold
Guión: Harum Faroki y Christian Petzold
Act. Nina Hoss, Roman Zehrfeld, Nina Kufendorf...



Alemania, 2014, 110 minutos















Reiniciar, el oxímoron perfecto
Nadie se baña dos veces en el mismo río ni viaja en dos ocasiones al mismo lugar. No se puede reiniciar, comenzar de nuevo desde el mismo punto. Y aceptar ese trance supone una experiencia. En el caso de la Alemania de posguerra, una experiencia trascendente. Yo, desde luego, no soy capaz de imaginar la forma en que se supone que han metabolizado su historia reciente.

Una mujer judía regresa en 1945 del campo de Auschwitz con la cara destrozada y tiene que pasar por el quirófano para volver a parecerse levemente a lo que fue. Busca a su marido, al que todavía quiere, para descubrir que la delató y que ahora ella le recuerda vagamente a su esposa, por quien la quiere hacer pasar, creyéndola muerta, para recuperar sus bienes.

Toda la película está escrita en función de la -soberbia- escena final y por eso renquea en la parte media del metraje. Se sostiene en la magnífica actuación de ambos, en el poder de sus miradas, en el escalofriante contexto del Berlín recién ocupado.

Fábula del resurgir de las cenizas en clave de país y de persona, de recorrer el camino necesario de verdad y esclarecimiento antes del olvido como catársis, cosa que en este país tenemos todavía pendiente por las cunetas. 
En Alemania debieron hacer algún exorcismo. Por lo menos.
alfonso