miércoles, 7 de enero de 2009

Cuestión de honor



Dir. Gavin O'Connors

Act. Edward Norton, John Voight, Colin Farrell






El mejor plató del mundo

Nada de honor en este caso de mala traducción, sino Pride and glory, Gloria y orgullo. Corrupción un montón, pero no la que tanto gusta por estos pagos, la político-inmobiliaria, sino la policial, más pedestre y menos glamurosa.

Los directores-productores, hijos de irlandeses y de policías de Nueva York, eligen unos escenarios extraordinarios, el Bronx y Brooklyn, una fotografía intensa y oscura y unos actores gran reserva para realizar una cuidadísima actuación coral, con un Norton contenido, un Colin Farrel limado y un Voight perfecto, en una cinta estupenda al mejor estilo Serpico revisitado.

Por cierto, los menores de, ¡ejem!, treintaytantos, se quedan con los ojos a cuadros cuando se nombra aquella película que creó escuela de los maestros Sydney Lumet y Al Pacino.

La disfrutarán incluso las no aficionadas al cine policial violento aunque se tapen la cara cuando Colin Farrel amenace con una plancha a todo vapor a un bebé. Pero es una lástima la pelea final, forzada y aromatizada con música irlandesa y el sempiterno FFF, forzado final feliz.

alfonso