Act. Steve Coogan, Garion Dows, Andrea Riseborough...
República Sudafricana, 2016, 106 minutos
Exclusivamente humana
Sudáfrica 1987, se ejecutan 168 presos al año. Para evitar ser mandado a Angola a luchar contra el MPLA y los cubanos, un joven de 17 años se hace carcelero. Le tocará acompañar a los condenados a ser colgados por el cuello, tras convivir con ellos sus últimos días. Al final de un récord de 21 muertes en tres días, con su macabro protocolo incluido su entierro en fosas comunes, se le cruza una furgoneta y sus propios cables interiores y mata a tiros a sus siete pasajeros.
Comienza un juicio en el que se cuestionará la pena de muerte y las condiciones mentales del acusado para no seguir el mismo camino que sus antiguos prisioneros. Todo es verídico.
Una lástima que todas las actuaciones, -excepto la del joven Garion Dows-, particularmente la del excelente cómico inglés, Steve Coogan, no den la talla ni se crean sus personajes ni por un momento. Y desde luego, la película no es apta para estómagos delicados por sus brutales escenas en el corredor de la muerte.
Dicen que el ser humano tiene alma, yo no la he visto jamás. En cambio para contemplar la crueldad, un atributo exclusivamente humano, no hay más que asomarse a cualquier telediario.
alfonso