domingo, 24 de octubre de 2010

Let me in


Dir. Matt Reeeves
Act. Chloé Grace Moretz, Kodi Smith-McPhee...














El otro lado de la luna
Toda la crítica ha coincidido en que no hay que comparar esta nueva versión -que no remake- del libro de John Ajvide Lindquist, con la primigenia versión sueca. Cierto, no habría que hacerlo. Pero es mejor la sueca. Más europea, es decir, más complicada, más sutil, más tortuosa.

Pero Hollywood también juega y la plástica de algunas escenas, la del paso a nivel, la del accidente, el poster de la superficie de la luna que separa las paredes de las habitaciones de los dos niños, algunas elipsis, son puro cine.

Y Chloé, la pequeña vampira de eternos doce años, se come a los maltratadores, a los rijosos adolescentes de la era Reagan retratada también en esa madre borracha y ultrareligiosa y... la pantalla.

Tiene menos ritmo, menos poesía, menos lírica, pero mejor fotografía e iluminación, mejor montaje... aunque sigamos echando en falta la sangre sobre la nieve.
alfonso

The convent & The experiment


Dir. Jo Stromgen Kompany (Noruega)

Act. Ulla Marie Broch, Hanne Gjerstad, Kaia Varjod







Tricicle escandinavo
Tal y como han pensado en el Centro Dramático Nacional, organizador de Una Mirada al Mundo, una de las mejores maneras de conocer el mundo es, precisamente, viendo su teatro. Y mejor todavía si podemos atisbar su sentido del humor. El noruego, a falta de vodka, es poco chispeante; sutil pero previsible.

Las tres actrices en escena dominan la técnica, cantan y bailan espléndidamente y manejan con soltura los personajes, maravillosamente iluminados.

La primera obra, The convent, farfullada en alemán suizo inventado, supera con creces a la segunda y vemos a la pequeña congregación, reír, llorar, chincharse, presumir de estigmas -falsos-, y un sinfín de miserias humanas y divinas.

La segunda, The experiment, en ruso ininteligible, somete a cuatro voluntarias a un experimento soviético serie B. Soso.

Salimos contentos, pero pelín desmadejados. Sin frío ni calor.
Pura Escandinavia sin Akvavit, literalmente agua de vida en noruego.
alfonso