sábado, 17 de diciembre de 2016

El infiltrado

La adrenalina es la droga más adictiva
Dir. Brad Furman
Act. Bryan Craston, John Leguizamo, Elena Anaya...


Reino Unido, 2016, 127 minutos

















La adrenalina es la droga más adictiva
Es difícil encontrar una película inteligente sobre narcos y policías y esta lo es. Tiene las dosis de violencia indispensable, el policía sufre el síndrome de Estocolmo, atraído por la vida fácil, sencilla y regalada de los mafiosos; le tira más el peligro que la familia -otro peligro no desdeñable y no menos violento, véase el caso de la viuda asesinada presuntamente por su familia en Alicante-, y la trama no se para en cuatro chorizos catetos del interior de Colombia.

Al fondo de la historia está el jugoso caso del pakistaní Bank of Credit and Commerce, presente en España al comprar los pakis el Banco de Descuento del siniestro Diego Prado y Colón de Carvajal, el amigo del rey. Se dedicó a lavar dinero de la droga, a vehiculizar fondos para los talibanes entonces pagados por Estados Unidos, y de la contra nicaraguense. Pero eso sí, daban dinero a sus empleados, conocí a una de ellos, para realizar caridad. Igual que las ONG's actuales, como la de los padres de la niña con tricotiodistrofia, es un poner.

Está interpretada por el sólido actor de algunas series -telefilmes para adolescentes descerebrados, perdón por la redundancia-, Bryan Craston y un elenco de secundarios magníficos, fotografiados en tonos duros y muy contrastados que le da ese aire ochentero.

Se pasa un buen rato, aunque quizá le sobre media hora, viendo cómo un viejo de nuestra edad juega al ratón y el gato por amor al peligro y la aventura, huyendo del auténtico peligro que le espera en el hogar: su señora y sus cuñados. Peligro, es Navidad.
alfonso