La llegada del cine sonoro
El público cinéfilo a lo largo y ancho del planeta de repente se vio expuesto, en muchos casos por primera vez, a las voces de Estados Unidos, al vocabulario de Estados Unidos, a la cadencia, la pronunciación y la sintaxis de Estados Unidos.
Los conquistadores españoles, los cortesanos isabelinos, los personajes bíblicos..., de golpe y porrazo todos hablaban con voces estadounidenses, y no lo hacían de forma esporádica, sino en una película tras otra y tras otra.
No se exagera en absoluto cuando se habla del efecto psicológico de este fenómeno, (en particular entre los más jóvenes. Junto con la forma de hablar de Estados Unidos, llegaron el pensamiento de Estados Unidos, las actitudes de Estados Unidos, el sentido del humor y la susceptibilidad de Estados Unidos. De forma pacífica, sin querer, y casi sin que se notase, Estados Unidos acababa de conquistar el mundo.
Bill Bryson, 1927: Un verano que cambió el mundo. Editorial RBA