viernes, 10 de julio de 2015

El mundo sigue

Dir. y guión Fernando Fernán-Gómez
Act. Lina Canalejas, Gemma Cuervo, Fernando Fernán Gómez, Agustín González...



España, 1963, 121 minutos











(S.C.) Años de polio y plomo
La historia es conocida ahora que se exhibe a bombo y platillo. Sólo tuvo un pase en su estreno en 1963 y luego se retiró por presiones de la censura. Se trataba de un proyecto personal de Fernando Fernán-Gómez en que se empeñó hasta las cejas para llevar a la pantalla una novela impresentable de un barojismo rácano, ramplón y costumbrista de Juan Antonio Zunzunegui, que se reclamaba sin embargo, seguidor de Unamuno. Peor para él.

Ciertamente Don Fernando le dio la vuelta haciendo de su trama vitriolo: una familia del barrio de Maravillas de Madrid, no más pobre que la media, que tiene tres hijos, un cura rebotado del seminario, una malcasada con un tarambana y una mujer de la vida ancha como dicen en la película, que odia a su hermana y se gana la vida haciendo de querida de los ricos de Chicote. La autoridad, a la que tanto odiaba el anarquistón del buen Fernando, nos la presenta en forma de guardia urbano, chusco pero contagiado del autoritarismo patrio. Del beato se ríe todo lo que se podía en aquella época.

Mal filmada, con fotografía y montaje antediluviano, -estamos hablando de una época en que ya se había estrenado Viridiana o Roma ciudad abierta por ejemplo-, representa el cenit del raquitismo de la industria, aunque los actores cumplen sobradamente.

Merece asomarse a ese Madrid de mi infancia para atisbar el machismo lacerante, los niños descalzos y las gambas con gabardina, el mundo del fútbol y la quiniela cazallera, la hipocresía jesuítica, los botellines de El Águila, las meriendas de mucho pan y poco chocolate, el Haiga, las cerilleras, loteras, soldados piojosos, excombatientes de la División Azul ... La sociedad enferma creada por el franquismo y una guerra que no parecía acabar jamás. 
alfonso