sábado, 6 de abril de 2013

Efectos secundarios

Dir. Steven Soderbergh
Act. Jude Law, Rooney Mara, Catehrine Zeta-Jones ...

EE.UU, 2013


Prozac por compasión
La película reúne las dos caras del bifronte Soderbergh: la indie de su maravillosa ópera prima, Sexo, mentiras y cintas de vídeo o Che el argentino, incluso The Girlfriend experience y la comercial de los diversos Ocean's, Magic Mike Contagio.

En esta junta las dos, con una parte de denuncia, sólida y bien argumentada que retrata el negocio de los laboratorios, el chanchulleo de los médicos coludidos con ellos y el enorme caudal de dinero que mueven los antidepresivos, neurobloqueadores y ansiolíticos, como remedio sencillo, a mano y neutro que borra el peligro de asomarnos a nuestro propio interior como decía el gran Buñuel que deberían poner en los tranvías. La otra parte presenta una convencional aunque correcta historia con estructura de thriller que desdibuja la historia principal.

Como siempre, Soderbergh filma gélidamente con puesta en escena y sobre todo fotografía espectaculares, que no es sinónimo de buena, sino realmente un espectáculo al que asistir acentuado por los nuevos proyectores y copìas digitales de algunas salas de los Renoir.

Jude Law mejora con la edad, al contrario que Cateherine Zeta-Jones y la joven Rooney Mara está bien dirigida y contenida en su difícil papel.

Es más fácil echar la culpa a la dopamina y tomar pastillas que mirarse al espejo y sostenerse la mirada y el alma, aunque quizá lo mejor sea reconocer que sólo hay dos tipos de conflictos, los que se curan solos y los que no tienen solución, mientras se apura el penúltimo whiskey.
alfonso