Act. Margot Martindale, Richard Jenkins, John Krasinski...
EE.UU. 2016, 89 minutos
La familia... rarita
Porque no llega a disfuncional y ya se sabe que nadie conoce a esa familia feliz de la que tanto, sin embargo, se oye hablar. Una comedia blanca de estilo indie que va perdiendo fuelle conforme avanza hacia un final blando como un kiwi pasado de fecha.
Se trata de una obra de un realizador que está acostumbrado a filmar series en televisión y se nota en el ritmo, la hechura y el guión, bien escrito, pero ramplón y más propio de una de esas producciones que tanto gustan a nuestros millenials, dios los tenga en su seno, cuanto más lejos mejor.
Por otra parte, cine tan americano como esa comida basura que aparece constantemente en la película, bien hecho, con una banda sonora como de algodón hilado que mece la trama hasta dormirla.
Se gana la estrella por la soberbia actuación de los dos veteranos actores, Margot Martindale y Richard Jenkins, que dan un recital de profesionalidad ante el propio director que se reserva el protagonismo, con una cara que parece la de esos obreros polacos que te hacen una chapuza en casa y no dejas de mirar la nevera por si desaparecen las cervezas.
Por cierto, las ya célebres y nonagenarias Hermanas Frikies de la Plaza de los Cubos, han reaparecido, yendo al baño con precisión milimétrica a la mitad del metraje, amarraditas del brazo. Ya casi me atrevo a darles la espalda...
alfonso