lunes, 30 de noviembre de 2020

El ciudadano ilustre

 

Dir. Mariano Cohn y Gastón Duprat

Reparto: Oscar Martínez, Dady Brieva, Andrea Frigerio...

Argentina, 2016, 118 minutos








Infierno grande
Sin importar el tamaño del pueblo nunca se debe volver al de origen o niñez. Este es un buen recordatorio por si los malos vientos que corren de la pandemia vírica y de políticos particularmente ineptos y sinvergüenzas, nos hacen volver la vista hacia la retaguardia. Conviene elegir un pueblo en que nadie nos conozca y permanecer en ese estado, sonreír siempre, leer mucho, hablar poco y beber sin moderación.

Un escritor premiado con el Nobel acepta la invitación, -de las pocas que acepta-, para recibir un homenaje en su pueblo natal, al filo de la Patagonia, ese pozo de olvido, que además le ha servido de inspiración para sus cuentos cortos destinados al público europeo y donde se despacha a gusto con sus vecinos.

Asistimos deleitados a cómo el eximio escritor va perdiendo los papeles y la discreción y los pueblerinos se van remontando; a un reparto de secundarios magnífico, de la mejor escuela porteña, esos que los gringos llaman aprovechando una mala traducción "actores de carácter", y a una montonera de extras estupendos del propio pueblo que asisten encantados a la función.

No diremos cómo acaba, pero se puede sospechar casi desde los primeros fotogramas. El protagonista, un cretino tan acendrado como solo un literato argentino puede ser, recita unas cuantas verdades del barquero en un tono insoportable y altamente cargante que acaba recibiendo su merecido a manos del populacho enardecido, que descubre que Maradona no existe.

Una feliz parodia en estos tiempos prenavideños que aprovecharemos para recordar las normas sanitarias: cenas con comensales impares y menores de tres. Por una vez aplaudimos.
alfonso



martes, 17 de noviembre de 2020

El Gordo y el Flaco

 

Dir. Jon S. Baird

Reparto: John C. Reilly, Steve Coogan... y punto

Reino Unido, 2018, 97 minutos








Queridísimos perdedores
A los niños que íbamos al cine, -todos los viernes, en el colegio-, no nos gustaban los "aperitivos" y tolerábamos solo a Chaplin, odiábamos a Tom y Jerry, sobre todo al ratón, y aguantábamos impacientes a que Stan y Olli hicieran su faena, mientras nos comíamos la merienda, lo que estaba prohibido, limpiándonos las manos en la banqueta del asiento. En mi colegio no había NoDo, preludio de lo que luego serían los noticieros de Radio Televisión Espantosa, desde siempre y en la actualidad.

A pocos nos hacía verdadera gracia, aunque algunos reprodujéramos luego esa forma de saludar con la corbata del gordo o de rascarse la cabeza del flaco. Los chavales gorditos no los soportaban por las inevitables alusiones.

Pero al asomarte a la película maravillosamente interpretada por dos actores más ingleses que el fish and chips, te reconoces en un icono de tu infancia y disfrutas de la puesta en escena, modernista, bien iluminada, con extras de carne y hueso y no digitales y con una transformación de Reilly en el Gordo verdaderamente asombrosa.

Luego la historia tira de la melancolía de una pareja, -como todas-, con sus altibajos, sus peleas, sus mentiras y sus separaciones. Por cierto, los activistas gays levantaron el infundio de que ellos lo eran también, pero no es más que su manido argumento de que todos somos gays y todavía no lo sabemos, hasta que nos lo demuestren en un urinario sórdido o en la sacristía de alguna iglesia de provincias.

Nunca fueron Charlot, ni Buster Keaton, ni siquiera Harold Lloyd, eran una pareja de amigos que se lo pasaron bien, ganaron dinero, lo malgastaron todo -excepto en alcohol y mujeres-, y nos dejaron algunos números que flotan en nuestra memoria de cine de colegio. La más luminosa.
alfonso





martes, 3 de noviembre de 2020

El candidato



Dirección: Jaime Reynoso y otros.

Reparto: José María de Tavira, Joaquín Cosío, James Purefoy, Erendira Ibarra, Bret Harrison, Esmeralda Pimentel...

México, 2020, 10 episodios, 1ª temporada, Amazon Prime


El narco estado mexicano 
Hernán Cortés se asomó a Cholula en su subida a Tenochtitlán y vio descuartizar, arrancar el corazón y tirar los cadáveres palpitantes de las jóvenes desde lo alto de los más de ciento treinta templos de la ciudad, cercana a lo que hoy es Puebla. No dejó piedra sobre piedra.
En la actualidad los cárteles los cuelgan desde los pasos elevados para aterrorizar a su población ante la pasividad de sus gobernantes, coludidos con el narco desde la noche de los tiempos. No es un estado fallido, es un narco estado que provee drogas a un mercado ávido de 300 millones de estadounidenses, votantes de Trump en su mayoría o similar.
Esta serie mexicana, producida por Amazon, ilustra el fenómeno con cierto cinismo y no poco desparpajo, sin ahorrar algunas escenas de tortura que tanto parecen agradar al poco respetable público de las series y a muchos jóvenes que ven en Internet los clips que cuelgan los propios torturadores.
Goza de un buen reparto, joven y algo desconocido por estos pagos, abusando del dron y de los ambientes oscuros, lo que apaña mucho la puesta en escena y como todas las series, se estira como un chicle, hace continuos guiños al público con sandeces populistas como los cuentos de la Santa Muerte, cierto tufo a culebrón y un planteamiento más simple que un huevo duro. 
Está hablada en los dos idiomas, castellano y gringo, los de la CIA son muy buenos y romanticones, y asume sin aspavientos que todos sus políticos son carroña adicta a la mordida.
Es un placer volver a oír chilango, asomarse a la Roma, ver Chapultepec desde el aire y escuchar ese "no mames, güey", con aroma a tacos al pastor y sabor a mezcal minero. Y ver al bellezón de Esmeralda Pimentel.
Puritito México.
alfonso