viernes, 20 de junio de 2014

Trascendence

EFrankestein
 Dir. William Pfister
 Act. Johnny Depp, Rebeca Hall, Morgan Freeman, Paul  Bettany...




 EE.UU. 2014
Efrankestein
Una película con dos partes, la primera muy buena y la segunda de cara a la galería y al propio aparato de Hollywood, con tiros, agentes del FBI buenos, Morgan Freeman con cara de Tío Tom y el resto de parafernalia al uso.

Un informático muere a manos de unos activistas anti tecnológicos que usan balas de polonio, pero antes consigue "cargar" su cerebro en un ordenador cuántico, con la ayuda de su novia y otro geek que luego se pasará al otro bando. La máquina cyborg toma conciencia de sí misma y una vez conectado a Internet se apodera de todo el sistema y se replica.

Un interesante planteamiento no demasiado lejano en el tiempo, -un ordenador acaba de pasar el test de Turing hace pocos días-, sobre la posibilidad de crear emociones humanas con un algoritmo que replique las sinapsis y la química básica del organismo y acabar con el desastre que sea abate sobre nuestra Tierra y sus contradicciones.

Plagada de referencias al nuevo Prometeo, a Turing, a las mallas de cobre a modo de crucifijo anti Nosferatu, a la computación de última generación, es muy interesante y entretenida hasta que empiezan los fuegos artificiales estilo Capitán América.

El problema no es la tecnología, sino los seres humano que la utilizan. ¿Qué sería lo primero que haría una supercomputadora al alcanzar la trascendencia, es decir, tomar conciencia de si misma como clase en sí, como dijo Marx hace muchos, muchos años?

Exactamente, acabar con los que están acabando con el planeta, con esos mal llamados homo sapiens. En el primer milisegundo.
alfonso