domingo, 28 de noviembre de 2010

La reina de belleza de Leenane

de Martin Mc Donagh

Dir. Álvaro Lavín

Act. Maite Brik, Gloria López, Orencio Ortega, Pablo Gómez.







Un Pinter a la irlandesa
Primera obra teatral del irlandés Mc Donagh, fervoroso seguidor del gran Harold Pinter pero también de Tarantino, que últimamente se prodiga también con éxito en el cine, Escondidos en Brujas

Como buen irlandés, no puede soslayar la violencia de su cercana historia, poblada de hambres y guerras contra el inglés. Como dicen en Infiltrados de Scorsese "los irlandeses estamos acostumbrados a que todo salga siempre mal". Pero también como Pinter disecciona la familia y sus sevicias, el pequeño horror cotidiano, su crueldad y mezquindad, con pinceladas gruesas de realismo sucio.

Con una puesta en escena también realista y sin concesiones las dos actrices realizan un gran trabajo muy bien conjuntadas y bien arropadas por los dos actores, que enmarcan los personajes principales. Uno no entiende bien el deje andaluz de los dos hombres, que a mi juicio, desdibuja la historia.

Asistimos a su naufragio cotidiano hasta su último acto innecesario que las deja, -y nos deja- más solos, pero siempre con la esperanza de la huida, hoy a Boston, mañana hacia el horizonte.
alfonso

sábado, 27 de noviembre de 2010

Chloe


Dir. Atom Egoyan
Act. Julianne Moore, Liam Neeson, Amanda Seyfried












El armenio que se quedó helado
Canadá congela lo todo lo que toca, si bien es cierto que Atom Egoyan, el autor de la inolvidable Exótica, ya planteaba películas más frías que la tumba donde yace mi amigo.

Con esta a los que deja congelados es a los espectadores. Ni la fotografía, ni la historia, ni un guión penoso por plano, ni Liam Neeson que tuvo que abandonar la película después de que su mujer sufriera un accidente mortal, ni siquiera la siempre maravillosa Julianne Moore, consigue sacarnos de los bostezos.

No hay por donde agarrarla. A la película... porque a Julianne sí, claro.
alfonso

sábado, 20 de noviembre de 2010

Dejad de quererme


Dir. Jean Becker
Act. Albert Dupontel, Marie-Josee Croze, Pierre Vaneck...












No soy borde, es que tengo cáncer
Plagio estúpido de El compromiso -Elia Kazan, 1969, protagonizada por Kirk Douglas y el monumento nacional estadounidense Faye Dunaway a quien todos recordamos saliendo ligera de ropa en la primera escena de Bonny and Clyde-, a la película francesa no hay por donde cogerla.

La historia va de un publicista que de un día para otro y fruto de una enfermedad terminal decide decir la verdad o, más bien, lo que él cree que es la verdad, a todos los que le rodean. Empieza en su trabajo y afea sus productos a un fabricante de yogures; continúa con su mujer, epítome de burguesa francesa, perdón por la redundancia, y sigue con sus vástagos, enfrentando a sus hijos con la lamentable calidad de los dibujos que le entregan por su cumpleaños.

La fotografía no vale nada, desaprovechando los paisajes de Irlanda, tiene un sentido del humor algo cetrino, y en definitiva abunda en ese cine que tan bien cultivaba Claude Chabrol sobre la burguesía francesa de provincias, que incitaba al sueño, a la huida y a renegar del foie gras y los cruasanes para siempre.

Mejor el original con una Faye Dunaway en todo su esplendor y un Kirk Douglas inmenso, todavía sin sentir en su nuca el aliento básico del culibajo de su hijo que sí lucha ahora, en la vida real, contra el cáncer y al que todos deseamos con sinceridad lo mejor; es decir, su total recuperación y la mirada húmeda y dedicada de Catherine Zeta Jones.
alfonso

Cyrus


Dir. Jay Duplass y Mark Duplass
Act. John C. Reilly, Jonah Hill, Marisa Tomei, Catherine Keener












Edipo (freaky) rey
Auspiciados por los hermanos Scott -Rydley y Tom-, los hermanos Duplass montan esta comedieta posmoderna aplaudida por la crítica y no tanto por el público.
Fruto del particular movimiento Dogma de Sundance, -cámara digital, improvisación, naturalismo...- no acaba de cuajar ni dentro de la ultimísima comedia gansa de la factoría Apatow ni de la intelectual de Allen y compañía. Es decir, ni te ríes abiertamente ni sonríes.

Y eso que los actores son maravillosos y campan a sus anchas en la pantalla y que la situación de hijo enamorado de su madre dispuesto a hacer la puñeta a su recién estrenado novio daba para mucho más.

Apenas algunas escenas del gordito de Supersalidos convertido ahora en supergordo asexuado y poco más, alguna desmayada sonrisa que se siguen agradeciendo en estas tardes de noviembre de nieblas y cenizas.
alfonso

sábado, 13 de noviembre de 2010

Caza a la espía

Dir. Dough Liman
Act. Naomi Watts, Sean Penn, David Andrews...
















Las antimemorias Bush
Planeada para aparecer al mismo tiempo que las memorias del criminal de guerra Bush, ahora arrenpentido, parece una operación para contrarrestar el efecto mediático del libro del líder de los imbéciles de las Azores, cuyo único miembro que se mantiene en sus trece es nuestro particular héroe, líder a su vez del Carajillo Party.

La película es un aseado ejercicio de thriller político, bien contada, con cámara nerviosa al peor estilo Bourne, y con esa fotografía algo quemada que gusta retratar las luces de los países de Oriente. Las actuaciones de los dos grandes actores son muy profesionales, puesto que no se creen sus personajes ni por un momento.

Y tiene bemoles la cosa de que la heroína sea una espía de la CIA, esa inepta banda de torturadores, que en la película aparece como una pía concregación de carmelitas descalzos. Hummm... aunque bien pensado, la verdad es que sí se parecen.
alfonso