viernes, 30 de mayo de 2014

Big Bad Wolves

 Dir y guión: Navot Papushado y Aharon Keshales
 Act. Lior Ashkenzi, Rotem Keinan, Tzahi Grad...






Israel, 2013




El tráiler

Tierra de lobos y otros animales en peligro de extinción
Una lástima que TaranCretino la haya calificado como la mejor película del año, para sacar la cabeza de la crisis creativa en que se haya, como hace el otro payaso, "mago" también de la publicidad, el ínclito Almodóvar. Porque tiene poco que ver con su única obra grande, Reservoir Dogs, y sí mucho más con la otra gran ópera prima, Sangre fácil, de otros judíos formidables, los hemanos Coen.

En realidad se trata de una crítica demoledora a Israel como sistema que crea monstruos y que ha conseguido tragarse su historia para crear el segundo régimen de apartheid del mundo insuficientemente civilizado, en base a sus miedos, sus fantasmas, sus complejos de culpa y otras armas de destrucción masiva.

Un pedófilo hace barbaridades con las niñas, y uno de los padres, junto con un policía propenso a pasarse y al padre del primero, ex soldado, como todos los israelíes, torturan a un sospechoso para que cante. Toda la historia contada con mucho humor, mucha retranca y mucha dinamita.

Lástima que falle el ritmo, que la cámara sea tan ampulosa y que la música -excelente- se imponga a veces a la trama para una película imprescindible en este ciego mundo que vivimos.

Contada por ese otro producto del pueblo judío, los intelectuales de izquierdas, especie tan en peligro de extinción como la socialdemocracia europea finisecular.
alfonso

domingo, 25 de mayo de 2014

Madre e hijo

Madres tóxicas
Dir. Calin Peter Netzer
Act. Luminita Gheorgiu, Bogdam Numitrache, Vlad Ivanov...




Rumanía, 2013














Madres tóxicas
De los tres pleonasmos por antonomasia, éste habría que matizarlo, porque sólo se refiere a las madres de hijos como género. Los otros dos, cuantacuentos argentino y terrorismo de estado, se explican por ellos mismos.

Una magnífica oportunidad de conocer al "otro", al rumano, caricaturizado en este país por esa minoría gitana que puebla las calles mendigando, se muestra como un país de corrupción pedestre a pie de calle, no como aquí, donde se puede sobornar a un político con facilidad pero no a un agente de policía a la hora de redactar un atestado de tráfico.

Y el retrato es finísimo, alejado además de los cánones americanos de hacer cine, con unos intérpretes distintos, muy densos, muy stalivnasky, aunque les siga una cámara demasiado inquisitiva y una puesta en escena desasosegadoramente auténtica por polvorienta.

Una madre de la alta burguesía persigue a su hijo para que no ceda en su proyecto de vida al atropellar a un muchacho de origen campesino, agobiándole como desde hace tantos años, a la vez que malmete con su segunda esposa. Y asistimos a una de las joyas de la película, una conversación de gineceo, tetê a tetê de nuera y suegra en que se muestran todas las miserias de ambos arquetipos. Reales como la vida misma.
alfonso


Nuri Bilge Ceylan, Palma de Oro en Cannes


Winter Sleep triunfa en Cannes

A pesar de su metraje, tres horas y cuarto y de su difícil estilo, el glamouroso Cannes se rinde a un director extraordinario, Nuri Bilge Ceylan, cuyo anterior película, Érase una vez en Anatolia, pasó sin pena ni gloria, excepto para Delgada Linea Roja, ver reseña.

A no perdérsela... cuando la estrenen.
alfonso

viernes, 23 de mayo de 2014

Dom Hemingway

Ritos de paso
Dir. Richard Shepard
Act. Jude Law...






Reino Unido, 2013









Ritos de paso
No debe ser fácil para un actor de primera fila y ojos verdes pasar de sex symbol y guapo oficial a aguantar el paso de los años, la llegada de la alopecia y el derrumbe de la barriga y otros músculos menos nobles. No sería mala idea agarrar el toro por los cuernos y exorcizar los fantasmas en una película que juega a romper esa imagen conscientemente.

Así parece jugar esta cinta con un actor, Jude Law, que siempre ha tirado de su imagen y su presencia y que ve cómo tiene que enfrentarse con su reverso en un espejo que ya no le devuelve su mejor perfil.

El resto, el juego a lo Guy Ritchie, tenebroso pero simpático, la ironía sobre los bajos fondos londinenses, la fealdad de la puesta en escena, el final desgalichado, el cockney casi ininteligible, parece no jugar mas que a brindar una coartada al protagonista para que asuma de la mejor forma posible que el tiempo arrasa con todo.

Incluso con las estrellas de cine algo solas, fané y descangalladas, como canta el tango más cruel.
alfonso

miércoles, 14 de mayo de 2014

10000 noches en ninguna parte

Y dos horas en el limbo
Dir y guión: Ramón Salazar
Act. Andrés Gertrudix, Lola Dueñas, Najwa Nimri...








España 2013













Y dos horas en el limbo
Un joven que ha pasado sus últimos 27 años (10.000 noches) sin padre, aguantando una madre alcohólica, un trabajo patético y una hermana ausente decide por fin enfrentarse a sus fantasmas y a su no existencia y buscar en París y luego Berlín su propio personaje.

Una de esas películas que brindan lustre al autor -director, guionista y alma máter del proyecto-, y sumen al respetable en el aburrimiento, el hastío y la desolación. No hay que hacer caso del tráiler, que miente más que un político en campaña, y enseña tan sólo lo mejor de la película, esto es, la música a cargo de Najwa Nimri, y algunos planos resultones. El resto es plomizo, con una steady cam que se pega literalmente al cogote de los protagonistas y reduce al mínimo la profundidad de campo, un guión pueril, y unas interpretaciones de aficionados excepto Lola Dueñas y la Nimri, que aunque como casi siempre actúa de suma sacerdotisa "enrollada".

La salva del oprobio sus últimos diez minutos y como dijo Bardem (padre) en 1955, el cine español es "politicamente ineficaz, socialmente falso, intelectualmente ínfimo, estéticamente nulo e industrialmente raquítico". Casi todo aplicable a esta película.

En la primera escena al perdido protagonista, a punto de empezar su ascesis en Berlín, le dicen que tiene los ojos enormes, "como faros para que no naufraguen los barcos".
Los tiene saltones. Y punto.
alfonso

viernes, 9 de mayo de 2014

En un lugar sin ley

Dir. David Lowery
Act. Casey Affleck, Rooney Mara, Ben Foster y Keith Carradine





EE.UU. 2013













Malas tierras
No son las Badlands de Dakota del Sur, el paisaje de la primera película de Terrence Malick, aunque Texas no le va a la zaga en esa venenosa presencia, pero sí es cierto que el director le ha robado algunos planos a To the Wonder, última del antedicho director, también texano, en la que por cierto, actuaba el hermano del protagonista.

Mal traducida, aunque no es tarea fácil  aludir en castellano con tan pocas palabras al alma buena que -según el miope guionista director-, subyace en cada persona, Ain't them bodies saint, destaca por su atmósfera donde acecha agazapado el fantasma de Tom Joad, por su pulidísima fotografía, la excelente banda sonora que remeda a Woody Guthrie, y la sequedad con que está contada, y por último, por el ambicioso montaje del que también firmó el de la extraordinaria Upstream colours de su cuate Shane Carruth.

Producto estrella de la factoría Sundance y en manos de los expeditivos hermanos Wenstein como productores ejecutivos de la galaxia Miramax, seguro que Robert Redford ha soñado con ella en su alter ego de cowboy crepuscular, susurrante y melancólico.

Quizá se pase algo de almíbar, pero Lowery afirma que estaba enamorado cuando la escribió. 
Peor para él.
alfonso