miércoles, 25 de enero de 2017

Eroski Paraíso

Galicia en vena
Dir. Xron
Act. Patricia de Lorenzo, Miguel de Lira, Cristina Iglesias, Fidel Vázquez

Producción de Chévere

Matadero Madrid







Galicia en vena
Llegué  a Muros en 1980, -acaba de cerrar el Paraíso, la sala de fiestas, y aún no se había abierto Eroski, el súper que la sustituyó-, entre gañidos de gaviotas y un sol traicionero de mediados de agosto. Unos años más tarde visité el cementerio de Serres, donde se concibe a la protagonista joven de esta obra, y las tumbas se abarloaban monte abajo por efecto de las lluvias, entonces casi perennes. Una abuela sentada en una silla de enea vigilaba el camposanto.

La compañía Chévere representa esa época hoy, y sobre todo ese espíritu, el de la memoria y el desarraigo, donde dos grandes actores de la mejor escuela del naturalismo recrean el sentimiento gallego de la vida, a medias entre la morriña y la retranca.

El Matadero, el lugar que habitan los sueños, sirve de escenario a la película que filma una hija de ninguna parte sobre el encuentro de sus padres, sirviéndose de un escenario recreado del supermercado vasco. Casi se puede oler la lonja, la salamandra de piedra bajo el mercado, las taciñas de Ribeiro, -entonces casi no existía el Alvarinho-, el muiño das mareas, los exvotos ciegos de la iglesia de la Virxe del Camiño, las playas salvajes de Monte Louro y Carnota.

No hay que perderse esta representación que te introduce a la gallega en sus venas abiertas, con sigilo y poco a poco, como si te los encontraras dudando en el rellano de una escalera. Galicia siempre tira como un imán; si no existiera, habría que inventarla.
alfonso