Dir. Declan Donellan
Compañía Cheek by Jowl
Act. Orlando James, Joseph Black, Joy Richardson...
Teatro María Guerrero, "Una mirada al mundo"
Shakespeare, un espectáculo total
Compañía Cheek by Jowl
Act. Orlando James, Joseph Black, Joy Richardson...
Teatro María Guerrero, "Una mirada al mundo"
Los humanos somos para los dioses como las moscas para los niños juguetones: nos matan para su recreo
W.S
Shakespeare, un espectáculo total
Hace 405 años, cuando se estrenó en el famoso Globe Theatre, fue un éxito clamoroso. Lo tenía todo, tragedia, comedia, humor, amores y celos, enredo pastoril, pícaros, música... Y lo más importante, el ser humano se imponía al fatum de los dioses, conseguía equilibrio y redención.
Vuelve a Madrid, como cada año, la pareja más aclamada del teatro mundial, Declan Donellan y Nick Ormerod, director y escenógrafo, a traernos su último montaje, tan brillante como el resto de sus obras con cualquier compañía con la que se alíen, ya sea la San Petesburgo, The Barbican, Piccolo Teatro di Milano, para montar obras del teatro isabelino, sobre todo de El Bardo o sus coetáneos como John Ford.
En efecto el montaje, un poco previsible para sus adeptos, recuerda Lástima que sea una puta, quizá su obra maestra, con un sentido de la iluminación que vertebra una minimalista puesta en escena, una actuación impecable, llena de técnica y fuerza, un vestuario que huye de los ropones como de la peste, música en directo, sentido del humor a raudales, tragedia y comedia, con un apabullante final de sutilísimo crescendo.
Vuelve a triunfar en candilejas como hace cuatrocientos años, brindando quizá el mejor espectáculo que pueda verse en un teatro: un texto shakesperiano dicho en un inglés magnífico, un tanto demasiado podado de la construcción original del autor, talento a raudales, dos horas y media de pura emoción y diversión. ¿Quién da más?
Hasta el ministro de Educación e Incultura, presente en la sala, hacía como que no necesitaba leer los sobretítulos y se reía... cuando no tocaba.
alfonsoHasta el ministro de Educación e Incultura, presente en la sala, hacía como que no necesitaba leer los sobretítulos y se reía... cuando no tocaba.