sábado, 29 de diciembre de 2012

Lo mejor (visto) del 2012

 Mejor película
 Moonrise Kingdom

 Mejor dirección y adaptación 
 Terence Davies
 The deep blue sea
Mejor Actor

Michael Fassbender por Shame

Mejor banda sonora
Shame

Mejor actriz 
Kaya Scodelario por Cumbres borrascosas

Mejor fotografía
Cumbres borrascosas







Mejor guión
Silencio de hielo









Mejor película en castellano
Nostalgia de la luz



Mejor obra de teatro
Lástima que sea una puta






Frikada del año (buena)
Holy Motors








Bodrio del año
Tenemos que hablar de Kevin

lunes, 24 de diciembre de 2012

Holy Motors

 Dir. Leos Carax
 Act. Denis Lavant, Eva Mendes, Kylie Minogue

 El trailer

 Francia, 2012
Por la belleza del gesto
Sólo podría ser francesa, transitando por esa delgada línea que separa lo pedante de lo sublime, y sólo puede ser refinado producto de esa misma ultracultura, siempre al borde del atrangantamiento. También puede sin duda irritar, porque no cuenta nada, pero trata de despertar a ese espectador dormido que vemos en la introducción a la "historia", transitando de la vigilia al sueño en una platea oscura.

Filmada íntegramente en digital, aunque su autor reniegue explícitamente del formato en la propia película, produce una luces y unas texturas que le viene al no-relato como anillo al dedo. Con imágenes que entran hasta el fondo del subconsciente como el fauno verde comiendo las flores del cementerio de Montparnasse o el asesino que disfraza a su víctima de asesino, o la orquestina de aires serbios tocando mientras desfilan en el interior de una iglesia vacía...

Y todo mientras recorren París en limusina que como dice el autor "... ahora las veo en mi barrio de París  todos los domingos en las bodas chinas. Están totalmente en sintonía con la época, a la vez ostentosas y cutres. Son bonitas por fuera, pero su interior infunde una especie de tristeza, como una casa de citas".

Puede funcionar como puerta batiente a una época nueva, cutre y ostentosa, desde otra que ya acabó y que nos ha acabado haciendo adictos a la narcolepsia.
alfonso


sábado, 22 de diciembre de 2012

Infancia clandestina

 Dir. Banjamín Ávila
Act. Ernesto Alterio Natalia Oreiro, Cesar Troncoso

Argentina, Brasil, España, 2011




 De Juan a Ernesto y viceversa
La película rememora la infancia de los hijos de los Montoneros, esos peronistas de izquierdas (sic) que como en la película, llamaban a sus hijos Juan por Perón y acababan por ponerle de nombre de guerra Ernesto por ese fantasma que recorrió América Latina, desencadenó verdadero furor por la vía armada al socialismo y acabó, en un viaje circular, retornando al punto de inicio con la llegada de los populistas al poder, léase Chávez, Ortega, Humala y otros epígonos del engominado Berlusconi porteño.

Larguísimas escenas en las que siempre sobra metraje, otras que resultan huecas como la de los niños declarándose en el parque de atracciones, la salvan del naufragio el estupendo trabajo de Ernesto Alterio siempre con la sonrisa asomándole a los ojos, y la sinceridad de la propuesta, basada en hechos reales acontecidos al propio director.

Algunos tontos, de la inmensa legión que nos rodea, pensarán que es una barbaridad meter a los hijos en ese tipo de militancia que tenía visos de acabar como acabó, con los más pequeños robados y alojados en los católicos hogares de los torturadores, pero uno sostiene que por lo menos les ofrecían la ilusión de un mundo mejor y menos atrozmente injusto, y poder jugar de verdad con la parafernalia del revolucionario profesional en vez de con esos sádicos juegos de consola con que nuestra alegre muchachada solaza sus horas previas al botellón.
alfonso

domingo, 16 de diciembre de 2012

Nostalgia de la luz

 Guión y Dirección: Patricio Guzmán

 Chile, 2010

Cadáveres celestes
A mitad de camino entre una película y un documental, el autor de La Batalla de Chile traza una fascinante reflexión sobre el tiempo y la memoria.

Para ello escoge el desierto de Atacama, -uno de esos escasos lugares donde uno puede medirse, como la Pampa, alta mar o el horizonte septentrional del mar de Barents- con una luminosidad despiadada que permite observar el universo, mientras en el subsuelo humean los cadáveres enterrados por la dictadura de Pinochet.

Algunas conversaciones con astrónomos y deudos, algunas frases brillantes, "aquella edad en que creímos que dejábamos de ser niños", una fotografía exquisita, un montaje regido por un metrónomo, le sobra media hora para ser una obra maestra. No estrenada en salas comerciales por falta de distribución, apenas seis pases en El Matadero, se puede encontrar en Internet.

Todo es pasado, lo que acabo de escribir es ya pasado, como la luz que llega silbando desde el Big Bang, en efecto, no somos más que memoria.
alfonso






jueves, 6 de diciembre de 2012

Una pistola en cada mano

Dir. Cesc Gay
Act. Ricardo Darín, Candela Peña, Leonor Watling, Eduard Fernández...

España, 2012













Elogio de John Wayne
Pues si hubiera que elegir entre la patética cuadrilla de metrosexuales adictos al Prozac, feos y vestidos de Zara, y el desgarbado, enorme, bizco y duro Rooster Cogburn, yo, -y ellas, por supuesto-, nos quedaríamos con el protagonista de Valor de Ley, ya fuera el sin par John Wayne o Jeff Bridges, el mismísimo Nota.

Además, Cesc Gay ha intentado hacer una segunda parte de la notable En la ciudad, jugando con las cartas marcadas, es decir con un completo y excelente plantel de actores que le levantan una película mínima y llena de tópicos, que rema a favor de la corriente de esa generación Bob Esponja, con escenas baratas de diálogos torpes, en localizaciones vulgares, con música inexistente y fotografía desaparecida.

También ha incluido algún comodín para su hipotético triunfo en taquilla como la bruja de Cayetana Guillén Cuervo, el capo mafiosillo que mueve los hilos del cine español, y ha hecho la pelota todo lo que ha podido a esa caricatura de feminismo desnatado, adicto al whatsapp y al bífidus activo tertuliano.

Un horror que no le hace cosquillas ni siquiera a Sergio Leone y sus simpáticas e infumables películas almerienses.
alfonso

domingo, 2 de diciembre de 2012

La parte de los ángeles

 Dir. Ken Loach
 Act. Paul Branningan, John Henshaw, Gary Maitland...


 Reino Unido, Francia, Bélgica, Italia, 2012
Apología del chándal
Es ahora el veterano Ken Loach el que encara directamente la Segunda Gran Depresión, cosa que venía haciendo por otra parte desde sus primeras películas y sobre todo documentales de su época de realizador de televisión. Y lo hace de la mano de su irregular guionista de cabecera, Paul Laverty, que también se ha convertido en el de Iciar Bollaín, merced a su relación de pareja.

Divertida, con un sólido y preciso guión, bien contada y bien filmada, sin alardes de fotografía, -lástima porque las Higlands lo merecerían-, te hace pasar un magnífico rato riéndote de los avatares del grupo de desheredados de la tierra, descendientes legítimos de Tom Joad, tratando de descifrar su inglés con fortísimo acento escocés de Glasgow, trufado de slang, y viéndoles cometer sus inconsecuentes travesuras.

Lástima que a Loach le salga la vena moralista en un final penoso y que le pierda su discurso pelín paternalista y paterno filial como vía de redención.

Pero le salva -como nos salva a todos- el sentido del humor, que es lo único que jamás se debe perder. Junto a lo que no se puede nombrar porque nos meterían en la cárcel.
alfonso

sábado, 1 de diciembre de 2012

El capital

Dir. Costa Gavras
Act. Gad Elmaleh, Gabriel Byrne, Natacha Régnier

Francia, 2012












La realidad supera a la ficción
Al pobre Gravras le han superado por la derecha. Este hombre ya mayor y autor de películas memorables, Z, Desaparecido, La caja de música... se ha quedado gagá, destino que indefectiblemente nos acabará alcanzando a todos. Claro que para superar en la ficción los acontecimientos que nos está deparando este tenebroso comienzo de siglo hay que echarle una imaginación volcánica. Baste un botón. La conclusión de la película es una frase que quiere poner broche de oro a la misma, dicha en un consejo de administración de un banco. "Somos los nuevos Robin Hood, robamos a los pobres para dárselo  a los ricos". ¡Hombre, eso está ya más pasado que el Windows Vista!

Además, Gavras plantea una trama aburrida y complicada para explicar lo que es evidente, no produce escenas brillantes para tristeza de los dos espléndidos actores, sobre todo mi admirado Gabriel Byrne, amaga con algo de comedia y se marchita, quiere reírse del arribista protagonista y se le desmaya el sarcasmo en los labios. Sigue siendo un gran cineasta que sabe narrar con asombrosa facilidad, su puesta en escena es impecable, con espectaculares localizaciones donde brilla el glamour franchute, y es en general un director eficaz que, a la postre, parece reivindicar una manera de hurtar a la francesa frente a la rapiña anglosajona, tan falta de estilo.

Me imagino a los tiburones europeos asistiendo a la proyección con una sonrisa en los labios, palmeándose la espalda a la salida. "Konstantinos, Costa, mon ami, pas mal, pas mal."
alfonso