Dir. Philippe Le Guay
Act. Fabrice Luchini, Lambert Wilson, Maya Sansa
Francia, 2013
Actores a la sombra de la misantropía
Dice la RAE, "Misántropo, persona que, por su humor tétrico, manifiesta aversión al trato humano". De eso ya sabía Molière, a mediados del siglo XVII y probablemente también barruntaba esa alargada sombra del actor, su ego y su narcisismo que es, a la vez, lo que les presta el combustible de su oficio.
Y la farándula se presta como pocos oficios, -porque es oficio y no profesión afortunadamente-, a provocar ese sentimiento de soledad extrema y aversión al trato con los ¿semejantes?, precisamente por la furia con que se relacionan una vez que se dan la espalda.
Con eso juega el director y el primer actor, el formidable, como dicen los gabachos, Fabrice Luchini, cómplices de esta agradabilísima película que remeda El Misántropo en la isla de Ré, Bretaña, que presta su incómodo paisaje y sus playas barridas por el viento y la lluvia.
Al final triunfa la misantropía, claro, en medio de las batallas de los dos actores por el papel de Alceste, por la chica y por llevar la razón, que sin duda le corresponde al anacoreta.
Muy buena, no se lleva las tres estrellas por las tonterías de la actriz porno y la escena del jacuzzi y uno siempre aprecia especialmente el cine dentro del cine, o todavía mejor, del teatro.
alfonso