sábado, 23 de junio de 2012

Cinco días sin Nora

Dir. Mariana Chenillo
Act. Fernando Luján, Cecilia Suárez, Ari Brickman














5 días sin Nora, 5 horas con Mario
Un película mexicana que habla de muertos, de sus muertitos, a priori tiene siempre interés. Si además, la difunta es una mujer dominante, judía, chalada y suicida los alicientes se incrementan. Y sin duda la obra de Delibes, aquella que escandalizó al tardofranquismo y no me refiero al actual, sino al de finales de los sesenta, también planeó sobre el guión.

A priori, porque luego se trata de una anécdota familiar, estirada, sin profundizar en los personajes, desvaída, que sufre una dirección novel, ortopédica e indolente aunque pulcra; vamos, como de recién egresada del Centro de Capacitación Cinematográfica de México.

En su descargo y atendiendo a su bisoñez puede ponerse en el haber una eficaz dirección de actores, una cuidada puesta en escena y algunos golpes de humor pequeñoburgués.
Como cuando el divorciado, ya viudo, va al cementerio y pregunta por una tumba para su ex esposa. La recepcionista pregunta a su vez:
-¿Falleció?
-No, la vamos a enterrar viva.
Me suena, me suena.
alfonso

viernes, 15 de junio de 2012

Moonrise Kingdom

Dir. Wes Anderson
Act. Jared Gilman, Kara Hayward y el resto de la tropa: Bruce Willis, Edward Norton, Frances McDormand, Bill Murray, Tilda Swinton, Harvey Keitel












La edad de la (semi) inocencia
Todo un derroche de creatividad, sentido del humor, sensibilidad y genio en un proyecto personal del inclasificable Wes Anderson con su impagable troupe de amiguetes, ver casting, para contar la historia de dos niños que se enamoran y se fugan, ella de casa, él de un campamento de scouts, pero sobre todo de los desnortados adultos que los ningunean.

Parece difícil acertar con todo: el montaje, la fotografía y el color, las localizaciones, la complicidad de los actores, la música, la puesta en escena recreando un universo particular, los títulos de crédito -por primera vez no soy el único bobo que se queda a leerlos hasta el final-, y por supuesto, el guión y la historia.

Se pasa un buenísimo rato boquiabierto, te ríes y disfrutas con esa edad de los doce años, tierra de nadie, no del todo adolescentes, no del todo niños, en que además los protagonistas ejecutan una de las bellas artes: la huida.
Id a verla. Mejor con niños. De nada.
alfonso

sábado, 9 de junio de 2012

Sueño y silencio


Dir. Jaime Rosales
Act. Yolanda Galocha, Oriol Roselló, Miquel Barceló













El áspero y sinuoso camino de la pretenciosidad
Una fotografía con grano en un blanco y negro sucio y deslavado. Un elenco de actores no profesionales que se interpretan a sí mismos. Una banda sonora sin música y con ese característico mal sonido de las películas españolas. Una acción mínima que discurre a veces fuera de plano. Una historia de pérdida de una hija que, sin embargo, transita al borde del autismo emocional. Un par de planos en color sin venir a cuento. Y un final cogido por los pelos de carácter mágico.

Adobado, además, por un cameo fuera de lugar de Miquel Barceló, ese decorador de interiores más que pintor, que hizo el gotelé más caro de la historia en Naciones Unidas y trabajó de yesaire meapilas en la catedral de Palma y  cuyo único mérito consiste en haberles robado sus diseños a los dogones sin acabar en la olla.

Y sin embargo tiene vida dentro. Al igual que en La soledad, el rectángulo mágico de la pantalla y el poder de la palabra susurrada e impostada, más un don especial de Rosales como narrador de historias, hace que al borde del abismo, al borde del ridículo y la pedantería, la historia funcione, las cejas se enarquen y algo vibre dentro del espectador en algunas escenas.
O sea, como la vida misma.
alfonso