viernes, 26 de abril de 2013

On the road

on the road la película
Dir. Walter Selles
Act. Garret Hedlund, Sam Ryley, Kristen Steward

Francia, Brasil, 2013
Fugitivas estrellas fugaces
Es mejor que la novela, porque esta es, siempre ha sido, mala de solemnidad. Yo no la pude acabar, porque como decía un editor amigo, "no hay que comerse toda la tortilla para saber si el huevo está podrido". Y le pasa como a los viajes. Son maravillosos de hacer, pero a no ser que seas un genio y este claramente no es el caso, son aburridos para el que lee o escucha. Y no digamos ya para el que tiene que aguantar el pase de diapositivas, que ahora se llama power point.

En realidad estaban rompiendo una generación y una manera de ver el mundo, la posterior a la II Guerra Mundial, a base de sexo, drogas, música y literatura. Y eran escritores de una sola obra, On the road de Kerouac, Howl de Ginsberg o El almuerzo desnudo de Burroughs, la única que se salva. Y la librería que fundaron, City Lights, templo al que hemos peregrinado casi todos los de mi generación que pisamos San Francisco.

La película es igual de vacua, porque no tiene nada que contar y no acaba de trasmitir las sensaciones de libertad y ruptura de la obra original. Lo mejor la ambientación de finales de los 40. 
Y la carretera abierta delante de nuestros ojos.
alfonso


viernes, 19 de abril de 2013

Tierra Prometida

 Dir. Gus Van Sant
 Act. Matt Damon, Frances McDormand, John Krasinski...




 EE.UU y Emiratos Árabes Unidos 2013

Un tipo genial... gringo
Si hubiera una película que ilustrase las diferencias entre el modo de producción (cinematográfico y de carácter) norteamericano y el europeo serían estas dos, separadas por treinta años. Una es la ironía, el humor, las contradicciones y la poesía de las auroras boreales. La otra es pueril hasta el sonrojo, ingenua, más simple que un perrito caliente, de un romanticismo que mueve a risa.

Una denuncia el negocio del petróleo que destruye el maravilloso litoral escocés de Oban y otra el fracking, la extracción de gas natural que tiene lugar en un pueblo lleno de vacas y red necks en Pennsilvania. Por cierto, Emiratos Árabes Unidos pone los fondos para rodar esta, quizá temiendo que el gas natural les arruine su negocio de pastores nómadas con petróleo. Una tenía mala uva y una melancólica actuación crepuscular de Burt Lancaster. La otra una actuación aseada del siempre correcto Matt Damon y otra magnífica de Frances McDormand que por si sola amerita la película.

Las dos acaban bien, en una ganan los ecologistas, los "buenos" en el limitado argot de los yankis, y en la otra el protagonista pasado al otro bando y que mimetizado con los frikies del pueblo, acaba liado con una sirena.

Pero en ambas se impone la dignidad de los pobres que renuncian al dinero por su terruño. En este país, que no pertenece a ninguno de los dos continentes citados, los paletos de Villar de Cañas se las prometen felices con el cementerio nuclear de Enresa, soñando con el Audi de aire acondicionado, cambiando el carajillo por el gin tonic de pepino, la España eterna por la marca España.
alfonso


viernes, 12 de abril de 2013

To the wonder

Guión y dirección: Terrence Malick
Act. Ben Affleck, Olga Kurylenko, Rachel McAdams, Javier Bardem


EE.UU, 2012












El inmarcesible flujo de la vida
Película pequeña de Malick, no menor, que sigue girando en torno a sus obsesiones filosóficas, menos ampulosa y más concisa que El árbol de la vida, y que sumerge al espectador que se deja atrapar, en un río de sensaciones y emociones de casi dos horas.

Hecha con el mismo proceso alquímico que las anteriores, a base de recrear atmósferas con sus actores, con aquellos con los que elige trabajar y que se prestan a la (maravillosa según todos ellos) experiencia de hundirse en su mundo llevados de su mano para luego soltarles y dejarles a solas con su improvisación. Claro que algunos se dan cuenta luego que después de todo el trabajo han casi desaparecido de la película , como Sean Penn en la susodicha El árbol de la vida o Georges Clooney en La delgada línea roja.

Eso sí, tarda años en definir lo que le ronda la cabeza y años en montar todo el material. Para esta ha necesitado cinco montadores y dos años de postproducción y montaje musical, otra de sus señas de identidad.

En ese magma puede decir algunas frases que fuera de contexto caerían como pedradas y que aquí revelan explosivamente toda su lírica y enfrentar separados por esa delgada línea, el amor y el olvido, la vieja Europa y la aparentemente desangelada Oklahoma, la sencillez espiritual con un sofisticado andamiaje del alma, la Price Tower de Frank  LLoyd Wright con la abadía de Mont St. Michel.

Fascinante, refleja lo que algunos tenemos en la cabeza sobre el amor, la duda eterna, y las relaciones entre géneros, no hay que dejar de verla para que su luz siga reverberando dentro al recordarla.
alfonso

miércoles, 10 de abril de 2013

El mayor plató del mundo

Escenarios sobre el mapa de NY


Rough Guides ha publicado un mapa en el que sitúa exactamente  algunas de las muchas películas que han hecho famoso el mayor plató del mundo al aire libre, la ciudad de Nueva York: Annie Hall, La edad de la inocencia, Cow Boy de medianoche, King Kong...

Y por supuesto, Taxi Driver...

lunes, 8 de abril de 2013

To the wonder



Terry Malick, prolífico

El próximo 12 de abril se estrena To the Wonder, que inaugura la etapa más prolífica del cineasta más escaso... hasta la fecha, que inspira este blog, www.delgadalinearoja.com

El trailer

sábado, 6 de abril de 2013

Efectos secundarios

Dir. Steven Soderbergh
Act. Jude Law, Rooney Mara, Catehrine Zeta-Jones ...

EE.UU, 2013


Prozac por compasión
La película reúne las dos caras del bifronte Soderbergh: la indie de su maravillosa ópera prima, Sexo, mentiras y cintas de vídeo o Che el argentino, incluso The Girlfriend experience y la comercial de los diversos Ocean's, Magic Mike Contagio.

En esta junta las dos, con una parte de denuncia, sólida y bien argumentada que retrata el negocio de los laboratorios, el chanchulleo de los médicos coludidos con ellos y el enorme caudal de dinero que mueven los antidepresivos, neurobloqueadores y ansiolíticos, como remedio sencillo, a mano y neutro que borra el peligro de asomarnos a nuestro propio interior como decía el gran Buñuel que deberían poner en los tranvías. La otra parte presenta una convencional aunque correcta historia con estructura de thriller que desdibuja la historia principal.

Como siempre, Soderbergh filma gélidamente con puesta en escena y sobre todo fotografía espectaculares, que no es sinónimo de buena, sino realmente un espectáculo al que asistir acentuado por los nuevos proyectores y copìas digitales de algunas salas de los Renoir.

Jude Law mejora con la edad, al contrario que Cateherine Zeta-Jones y la joven Rooney Mara está bien dirigida y contenida en su difícil papel.

Es más fácil echar la culpa a la dopamina y tomar pastillas que mirarse al espejo y sostenerse la mirada y el alma, aunque quizá lo mejor sea reconocer que sólo hay dos tipos de conflictos, los que se curan solos y los que no tienen solución, mientras se apura el penúltimo whiskey.
alfonso

jueves, 4 de abril de 2013

El hijo del acordeonista

 Dir. Fernando Bernués
Act. Aitor Beltrán, Joseba Apaolaza, Vito Rogado, Anke Moll, Iñaki Rikarte, Mikel Losada, Asier Hernández, Amancay Gaztañaga, David Pinilla y Mireia Gabilondo...

Autor: Bernardo Atxaga

Centro Dramático Nacional, 2013


La música del fondo del mar (Cantábrico)
Ser vasco no es ningún chollo. Inmediatamente que te reconocen te tienes que posicionar sobre el conflicto, sobre el Athletic, y el bacalao al pil pil. A Atxaga le llovieron los palos en 2003 cuando publicó la novela por la presencia de un traidor a la causa y en la actualidad nos dan la matraca todo el día con la reconciliación. 

La obra ahora llega con la etiqueta de reunir a tres teatros de diferente ideología, lo cual no deja ser mentira, porque la derecha nacional no tiene ideología sino puesta en  escena, y la derecha nacionalista exhibe sus señas de identidad entre nikis de Fred Perry y sus chalets de Neguri Las Arenas. 

La obra, escrita por Atxaga en 2003, narra la historia de dos amigos que comienzan a militar en ETA a comienzos de los años 70 y uno de ellos, el hijo del acordeonista, traiciona a su compañero y a la organización. Tras una separación de treinta años, los antiguos amigos se reencuentran para ajustar las cuentas del pasado.

Y a pesar de sus buenas intenciones, rezuma ingenuidad y amateurismo por los cuatro costados. Por la puesta en escena, con esos cortinones funcionalistas y esa iluminación de guateque de los 60'. Por una actuación muy discreta, excepto Amancay Gaztañaga. Por el atrezzo que canta hasta la inocencia con un libro escrito en los 70 ¡con código de barras!  Por la música, pelín ominipresente y a ratos pejiguera.

Pero cuenta, aunque a trompicones mal hilados, una buena historia con un buen texto. La de la resistencia vasca frente a la brutalidad de una posguerra de 60 años y el principio del fin del conflicto entre la música del acordeón que nos trae a la memoria y la nariz las sales del fondo del mar, el olor a manzanas de los caseríos.
alfonso