jueves, 25 de mayo de 2017

Personal shopper

Fantasmas chic
Dirección y guión: Olivier Assayas
Act. Kristen Stewart...

Francia, 2016, 105 minutos












Fantasmas chic
El cine francés es como su comida, cargante, pesado, sofisticado y difícil de digerir. Más aún cuando las mezclas no funcionan, en este caso espiritismo, thriller, moda y sofisticación; Iphone y Whatsapp y la musa del director, la andrógina Kristen Stewart, que parece haberse encasillado en este tipo de papeles del más allá, que los interpreta bien, pero paradójicamente, sin alma.

La hermana gemela espera en París una señal de su hermano recién fallecido de un ataque al corazón, afección que ella también padece. Mientras, trabaja de personal shopper, -una tontería parecida a la del coaching pero peor pagada-, para una rica cretina, perdón por la redundancia.

Está mal filmada, la entradilla merece un largo plano secuencia en la casa abandonada donde habita su hermano y otras presencias, y no esa steady cam mendaz que la sigue desganadamente. Y el guión naufraga en varias ocasiones porque dialoga mucho en una película que funcionaría mejor son silencios y elipsis. Pero Assayas pasa del rosa Carlos, al amarillo, El viaje de Sils María. Interesa, pero decepciona.

Como en el Sexto sentido, yo también a veces veo muertos. Algunos caminan a mi lado, otros acaban cargando como esta película.
alfonso

jueves, 18 de mayo de 2017

Guardián y verdugo

Dir. Oliver Schmitz
Act. Steve Coogan, Garion Dows, Andrea Riseborough...



República Sudafricana, 2016, 106 minutos
















Exclusivamente humana
Sudáfrica 1987, se ejecutan 168 presos al año. Para evitar ser mandado a Angola a luchar contra el MPLA y los cubanos, un joven de 17 años se hace carcelero. Le tocará acompañar a los condenados a ser colgados por el cuello, tras convivir con ellos sus últimos días. Al final de un récord de 21 muertes en tres días, con su macabro protocolo incluido su entierro en fosas comunes, se le cruza una furgoneta y sus propios cables interiores y mata a tiros a sus siete pasajeros.

Comienza un juicio en el que se cuestionará la pena de muerte y las condiciones mentales del acusado para no seguir el mismo camino que sus antiguos prisioneros. Todo es verídico.

Una lástima que todas las actuaciones, -excepto la del joven Garion Dows-, particularmente la del excelente cómico inglés, Steve Coogan, no den la talla ni se crean sus personajes ni por un momento. Y desde luego, la película no es apta para estómagos delicados por sus brutales escenas en el corredor de la muerte.

Dicen que el ser humano tiene alma, yo no la he visto jamás. En cambio para contemplar la crueldad, un atributo exclusivamente humano, no hay más que asomarse a cualquier telediario.
alfonso

viernes, 5 de mayo de 2017

Z, la ciudad perdida

La llamada de la selva
Dirección y guión: James Gray
Act. Charlie Humman, Robert Pattison, Sienna Miller...


Estados Unidos 2016, 141 minutos


















La llamada de tu propia selva
En 1911 se descubre, -la descubre Hiram Bingham, el hombre blanco- Machu Pichu. Unos cuantos años antes Stephens y Catherwood habían hecho lo propio en las ciudades mayas que van saliendo de la selva del Petén. Una pléyade de aventureros se abalanza de nuevo sobre el botín, pero también exploradores intrépidos, inconformistas y mal adaptados a su sociedad y su tiempo, muchas veces enfrentados a sus valedores, sobre todo a ese pozo de serpientes que era y es la Royal Geographical Society.

Algunos buscaban El Dorado, el oro y las riquezas. Otros el último eslabón, la Z de la cadena humana de la evolución, donde todos salimos del mismo mono con diferentes valores y formas de ver la vida. Son los que siempre remontan el río de su propia personalidad y de sus conflictos internos y a veces, pocas, acaban encontrando su propio yo, con o sin ayahuasca, hongos, peyote o incluso un mezcal bien macerado sobre la pechuga de una gallina mestiza.

La película busca el clásico y lo consigue en las selvas colombianas de Santa Marta, en la Amazonía, donde se cuecen los sueños entre los helechos gigantes arborescentes devoradores de niebla y los jaguares amarillos.

Entrar, incluso hace unos pocos años, en una ciudad maya desierta a las seis de la mañana en medio de la selva, Calakmul por ejemplo, es una experiencia inolvidable. Como al protagonista, y como dicen en México, "cuando esa víbora te pica, no hay remedio en la botica". Muy buena.
alfonso