viernes, 12 de diciembre de 2014

La señorita Julia

Dir. Liv Ullman
Act. Jessica Chastain, Colin Farrell, Samantha Morton

Reino Unido, Noruega, 2014, 129 minutos














Buenos ladrillos, mala argamasa
En principio los ingredientes prometían: Strinberg, Jessica Chastain, Liv Ullman, una localización de lujo, Castle Coole en Irlanda. Claro que a uno se le hacía difícil ver a Colin Farrell dando la réplica a la Chastain en una obra del sueco, un actor que borda los papeles de macarra irlandés que necesitan buenas dosis de testosterona.

Pero la figura que tiene que hacer que la construcción funcione falla en casi todo, con una dirección plana, una puesta en escena melindrosa, una fotografía inexistente con unos encuadres de orla de colegio de pago y una actuación fallida de la pelirroja, absolutamente chirriante la del mayordomo enamorado, y profesional la de la criada, una efectiva Samantha Morton muy bien arropada por su físico.

Falla también la versión y unos diálogos mal vertidos al inglés que no es la lengua materna de la Ullman, autora también del guión. El edificio, pues, se sostiene de milagro merced a la idea general de la obra, la lucha de clases y de sexos en los yertos castillos septentrionales de hace dos siglos, luchando contra la soledad y el desapego, donde las batallas del amor, digámoslo de forma elegante, debían de ser lo único divertido del esperadísimo día de San Juan. Y del resto del año.

Pero no seamos demasiado duros con Liv. Aguantó muchos años a Ingmar Bergman, delante y detrás de las cámaras. Ni la Madre Teresa...
alfonso