sábado, 30 de agosto de 2014

Una familia de Tokio

Un Ozu light
 Dir. Yoji Yamada
 Act. Isao Hashizume, Kazuko Yoshiyuki,  Masahiko Nishimura...






Japón, 2013, 146 minutos
Un Ozu light
Hay que tener valor para homenajear al Ozu de Los cuentos de Tokio. Aunque uno sea Yamada y haya firmado 84 películas. Y además lo hace bien, pero es como si aquí se hiciera una segunda versión de Viridiana a cargo de uno de estos muchachos que ahora triunfan en Hollywood con Antonio Banderas y Penélope Cruz como protagonistas. No son malos, pero...

Le falta ese peso, esa trascendencia que tan bien definió Paul Schrader en su célebre ensayo sobre el cine trascendente del japonés más Bresson y Dreyer. Se mueve en la misma onda de tradición y modernidad, en ese gigantesco salto que tuvo que dar el país desde el espíritu samurai en 1945, a vanguardia del capitalismo y del modo de producción asiático de nuestros días. 

Y utiliza los mismos mimbres que el homenajeado, las tramas tenues, los planos medios, la cámara baja, la naturaleza en contraposición a la modernidad, los escenarios del bar, restaurante, oficina, casa. Y olvida los silencios, el rito, el espacio que dejan las flores entre sí, el espíritu haiku. Eso que es precisamente inimitable.

No obstante, si olvidamos el original, agradable de ver en esta repesca de verano que hacen los cines Renoir, en una sala llena de mujeres de más que mediana edad que no hacían más que levantarse al aseo, quejarse por el aire acondicionado y llorar esquinadas tras un pañuelo.

No menos agradable comprobar que mi mini curso de japonés ha dado su fruto: entendí exactamente siete palabras del original. Nada mal para lengua tan diabólica como sus origamis.
alfonso