viernes, 18 de noviembre de 2011

Un dios salvaje


Dir. Roman Polanski

Act. Kate Winslet, John C. Reilly, Chritoph Waltz y Jodie Foster


















Una masacre de baja intensidad

No soporto a la Yasmina Reza (hasta el apellido es estúpido) desde que vi la intragable Arte, en compañía de una Infanta para más delito. Es de esas dramaturgas de la burguesía que rasca su superficie y nos brinda fruslerías disfrazadas de denuncias brutales de pretendida chica mala. Todo lo contrario de Harold Pinter. Hasta que llega Polanski, claro, y lo impregna todo de su característica mala uva brindada por una vida apurada hasta las heces.

Y ahí empieza lo bueno de la película, para seguir con una espléndida narración cinematográfica, un curso acelerado de cómo filmar casi teatro en una habitación -nadie se cree eso de que está rodada del tirón-, y un apabullante recital de actores... menos la Foster que no acierta con el personaje.

Te ríes un montón, pasas un buen rato, echas de menos una pelea más salvaje -la traducción correcta del título es masacre- de esas a la que uno ya está acostumbrado a estas alturas de la vida, y también se añoran algunas referencias e insultos más sexuales, algo que brilla por su ausencia.

Y es que el pillín de Roman estaba en la trena -en la trena suiza, también de baja intensidad- por haber tenido un "incidente" hace muchos años con esa niña de trece años, y más le valdría no meneallo.
alfonso