jueves, 26 de julio de 2012

Margaret

Dir. Kenneth Lonergan
Act. Anna Paquin, J. Smith-Cameron, Mark Ruffalo, Matt Damon...















Un prestidigitador chino
De esos que mantenían decenas de platillos bailando sobre sus palitos, el director, autor de la magnífica Cuenta conmigo, hace hablar a más de cincuenta personajes para componer el fresco de una muchacha adolescente en plena tormenta hormonal que empieza a fajarse con la vida.

Una pequeña obra maestra que ha tenido que luchar con su propio guión, dos años-trescientas páginas, tres montajes, de tres horas, dos horas y media, -el que se puede ver-, y el de la productora, hora y media, finalmente descartado; con un estreno tardío y en pocas salas y con la mirada de soslayo de público y alguna crítica que la ha tildado de "sólo apta para un espectador prácticamente desaparecido". Soberbias interpretaciones, un montaje algo atarantado por aquello de los cortes de metraje, tiene dos padrinos de lujo, Sydney Pollack y Anthony Minghella en la producción no ejecutiva.

Fascinante, este espectador, ciertamente casi ya desvanecido, la recomienda encarecidamente porque tiene la solidez clásica del teatro dentro de la magia del cine en pantalla grande, para disfrutar del primer plano de la última secuencia en una pantalla de dos metros de largo por cuatro de ancho. Y aseguro que merece la pena.
alfonso

miércoles, 25 de julio de 2012

Batman y Romney, caballeros oscuros


Dir: Christopher Nolan
Act. Christian Bale, Tom Hardy, Anne Hathaway, Gary Oldman













Si no fuera trágico, sería grotesco
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domingo, 22 de julio de 2012

El irlandés

Dir. John Michael McDonagh
Act. Brendan Gleeson, Don Cheadle, Mark Strong...















Cine de verano
No sólo porque es refugio de la canícula y tiene buen aire acondicionado -¡ay! aquellas sesiones dobles en los cines de barrio-, sino porque además se estrenan películas que en otra estación no hubieran tenido cabida en las pantallas.

En este caso una astracanada irlandesa con todos los tópicos, en que se echa a faltar los buenos, por ejemplo en lo que se refiere a la música. Los demás, los borrachos, el IRA, lo políticamente incorrecto, los pubs de moqueta imposible, incluso el paisaje de Galway en el oeste de la isla... sosos, manidos y con poca gracia. Tiran de la fama de Brendan Gleeson en la magnífica Escondidos en Brujas, dirigida, mejor, por el hermano del director de ésta, pero aquí se limita a representarse a sí mismo.

Se agradece al menos que no salga ningún cura, ahora que pasan horas bajas por su afición por los niños, sobre todo de orfanato y desvalidos, incluso en la verde y muy católica Irlanda.

Y eso sí, siguen dando caña a los ingleses y devolviendo las bromas que sobre ellos hacen los yankis.
Y no hay más.
alfonso


sábado, 14 de julio de 2012

Siempre feliz

Dir. Anne Switsky
Act. Agnes Kittesen, Joaquin Rafaelsen, Maibrit Saerens...















Vikingos desnatados
Levísima crítica a la sociedad luterana noruega, que muestra por fuera esa cara de eterna felicidad que da procaz título a la película, mientras por dentro se esconden los conflictos inherentes a los seres humanos. 

La directora tira de algunos de los postulados del movimiento Dogma liderado por Von Triers y copia parte de la interpretación de la islandesa Björk en Bailando en la oscuridad para hacer una película que se vería con agrado en televisión en medio de las brumas de la siesta.

Uno se pregunta en Noruega al igual que en Japón, dónde quedó esa ferocidad antigua de vikingos o de samurais que tanto primitivo salvajismo demostraron hace 2000 años unos o apenas 50 otros. Tiene que ser alguna enzima del pescado que se comen a borbotones lo que les convierte en inertes diáconos de iglesuela, en cantarines performers de karaoke. 
O calvos o con tres pelucas...
alfonso

sábado, 7 de julio de 2012

Viejos Tiempos

Dir. Ricardo Moya
Act. Ariadna Gil, José Luis García Pérez, Enma Suárez
de Harold Pinter
Sala pequeña de El Español













Recuerdos de cosas que nunca han pasado...
Preludio a Traición que vi en esta misma sala no hace mucho, nunca un texto tan aparentemente minimalista encierra tantas posibles interpretaciones, incluso ninguna. Para ello el gran Pinter se vale de silencios, frases como cargas de profundidad en su aparente futilidad, ensoñaciones y, a mi entender, fantasmas de sí mismo que le servirían para pergeñar su traición, es decir, levantarse a la mujer de su editor.

Una buena traducción que trasluce el inglés en la impostación y en ciertos pasajes, una pobre puesta en escena, con una moqueta de esas que dan grima, una dirección pausada y una buena actuación sobre todo de Ariadna, la nuca más sensual de Europa, los silencios y sobre todo la forma de escuchar más sugerentes de la tribu teatrera.

No hay nada mejor que exorcizar los demonios y hacer hablar los fantasmas que nos habitan a través de la escritura. Si además eres dramaturgo y oyes decir tus textos a buenos actores -una experiencia trascendente, que yo sólo he experimentado una vez con el guión de un documental-, te tienes que creer que eres inmune a los avatares humanos. Si además, te dan el Nobel...
alfonso