domingo, 30 de diciembre de 2018

Roma

Pinche memoria
Dir. Alfonso Cuarón
Act. Yalitza Aparicio,  Marina de Tavira,  Marco Graf...

México, 2018, 135 minutos

















La pinche memoria
La película viene a ratificarme en uno de mis mantras: lo que no es autobiografía es plagio. Ahora bien, eso no quiere decir que sea un ejercicio fácil. Cuarón teje una obra maestra alrededor de las mujeres de su infancia, sobre todo de Cleo, la criada, una oaxaqueña que borda su papel... porque no actúa. Simplemente pone su vida y su mirada ante la cámara.

Viví en la colonia Roma algunos meses, antes de que se gentrificara, o se aburguesara definitivamente, perdiendo ese aroma a barrio bien pero bohemio, con parques que fueron hipódromos, bulevares de anchos camellones y taquerías sabrosonas tendidas sobre las aceras.

Fuimos mucho al cine, uno de los de antes, creo que el mismo que sale en la película, con muchas butacas y cortinajes a modo de telón, donde vimos el mejor cine mexicano de aquellos tiempos: Del Toro, Novaro, Ripstein...

La ambientación es extraordinaria, recreando en un blanco y negro onírico ese México de los años 60, donde ya asoma la violencia contra los estudiantes, continuación de Tlateloco, la violencia de los "remachos" contra las mujeres, la violencia del mar en Veracruz, por no hablar de la del Pacífico, por ejemplo en Zipolite y su Playa del Panteón.

Una memoria que me pudre los ojos y me recuerda uno de las mejores etapas de mi vida, allá donde mis antiguos genes me reclamaban.

Para los desgrasiados (sic) que no conozcan México, la película de Cuarón les sonará igual y extrañamente cercana porque habita en la memoria común de los seres humanos.
alfonso

P.D. Y para los que no tengan cine a mano, se ha estrenado en Netflix, que ofrece un mes gratis al registrarnos por primera vez...







sábado, 29 de diciembre de 2018

Inmersión (Submergence)

El amigo medio americano
Dir. Wim Wenders
Act. James McAvoy,  Alicia Vikander, Reda Kateb...

Alemania, 2017, 111 minutos


















El amigo medio americano
Para seguir la parábola de Wim Wenders, este siempre parece nadar entre dos aguas. Aquí entre una historia de terrorismo islámico y el alma del mar. En Paris Texas, entre el amor y cierto vagabundeo sentimental; en El cielo sobre Berlín, entre lo cursi y lo bienintencionado. Con un pie en Europa y otro en los Estados Unidos y siempre con calidad incluso en algunos trabajos de esos que Buñuel llamaba "alimenticios".

Lo mejor, la historia de amor en Normandía, el mar y sus profundidades abismales y la mirada diferente sobre el fenómeno terrorista en Somalia, que no es un país fallido sino una tribu fallida. Como tantas otras, incluida la catalana.

La película pivota sobre los dos novísimos actores que ya apuntaban maneras, él en El Rey de Escocia y La Desaparición de Eleanor Rigby, y ella sobre todo en Ana Karerina. Y el bueno de Reda Kateb, que debido a su físico casi siempre hace de malvado terrorista. Excelente fotografía a la que hay prestar atención sobre todo cuando aparece ella, permanentemente envuelta en delicados tonos de azul. Lo peor, la jerigonza sobre la vida y el mar. 

Como dice Phillip Hoare en el último libro de su trilogía, "El mar, por todas partes el mar y nadie lo observa". No en mi nombre.
alfonso

Trilogía del mar




miércoles, 19 de diciembre de 2018

La niebla y la doncella

La Guardia civil como paradigma del cine español
Dir. Andrés M. Koppel

Actores (es un decir): Quim Gutiérrez, Verónica Echegui, Aura Garrido...

Sobre una novela (es un decir) de Lorenzo Silva.

España 2017, 104 intragables minutos.















La Guardia Civil como paradigma del cine español
Ya se sabe que Lorenzo Silva es un horror, escribiendo y editando libros al calor de las subvenciones públicas del ayuntamiento de Carboneras en su patética editorial Playa de Akaba, donde solo los contenidos son peor que su continente y puesta en página.

También los sufridos espectadores del cine patrio, -entre los que no me hallo-, trufado de subvenciones incluso a las películas taquilleras con Oscar como en el caso del Almodóvar y su trouppe, están acostumbrados al farfullar incontinente e inaudible de los jovenzuelos de las series televisivas, tratando de sacarse unos euros apareciendo en películas como estas, destinadas a proponer ejemplos deleznables a los adolescentes descerebrados desde su más tierna infancia.

Pero el espanto continúa con unos personajes que nadie se puede imaginar saliendo del cuartelillo cazallero o invadiendo el Congreso, tricornio en cabeza y pistola en mano, recitando unos diálogos de discoteca pueblerina y poniendo ojitos de gacela herida, en medio de una trama ininteligible, donde predomina el sexo y la violencia como placebo de la única neurona, ya en estado comatoso.

Tras casi 60 años de las conversaciones en Salamanca, sigue valiendo la definición de Juan Antonio Bardem sobre el cine español: "Políticamente ineficaz, socialmente falso, intelectualmente ínfimo, estéticamente nulo e industrialmente raquítico".

Pero ahora generosamente subvencionado con nuestros impuestos, claro.
alfonso




jueves, 6 de diciembre de 2018

El puente de los espías

Entre el clasicismo y la naftalina
Dir. Steven Spielberg
Act. Tom Hanks, Mark Rylance,  Amy Ryan...

EE.UU. 2015, 135 minutos


















 Entre el clasicismo, la naftalina y... Palomares
El cine de Spielberg se mantiene incólume junto a su actor fetiche Tom Hanks, abanderado de la clase media estadounidense más en lo actoral que en lo sociológico, nadando siempre entre dos aguas, clasicismo y naftalina, épico y sentimentaloide, grandioso con toques naif. Sin olvidarnos jamás de la escena más conmovedora del celuloide, la niña con abrigo rojo de La lista de Schindler.



Aquí nos recuerda un episodio de la Guerra Fría, el intercambio de espías entre un piloto -tonto a tiempo completo-, de los aviones espías U2 que sobrevolaban  China y la URSS, por uno ruso, pintor y melómano, comandado por el gran Mischa, maestro de espías de la República Democrática Alemana, que consiguió hacerse con los secretos de las bombas atómicas de los gringos y equilibrar la balanza antes de que descargaran en Palomares, con el consiguiente trastorno de la población almeriense como ha podido verse en las últimas elecciones en Andalucía.

Tom Hanks en su línea, una puesta en escena exquisita, aunque con una nieve y un Berlín un poco falso, una historia que renquea a la mitad, buenas intenciones, discurso kennediano y ausencia de personajes femeninos para asombro del respetable, en una tarde noche agradable ante la pantalla. Hoy en día, parece un derroche de inteligencia.
alfonso

martes, 27 de noviembre de 2018

Perdidos y sin cielo protector


Muere el cineasta de toda una generación

Novecento, El último tango en París, El cielo protector... algunos nos sentimos huérfanos de un cineasta irrepetible que nos representó en la pantalla y en el mundo. In memorian


¿Te has perdido?



-¿Te has perdido?

-Sí.

Pual & Jane-Como no sabemos cuándo vamos a morir llegamos a creer que la vida es un pozo inagotable, sin embargo todo sucede solo un cierto número de veces, y no demasiadas. 

¿En cuántas ocasiones te vendrá a la memoria aquella tarde de tu infancia? 

Una tarde que ha marcado el resto de tu existencia, una tarde tan importante que ni siquiera puedes concebir tu vida sin ella. Quizás cuatro o cinco veces, quizás ni siquiera eso. ¿Y cuántas veces más contemplaras la luna llena?

Quizás veinte, y sin embargo todo parece ilimitado..."


viernes, 16 de noviembre de 2018

Lo mejor del 2017 (¡Qué cabeza la mía!)

Lo mejor -visto- del año 2017


Una ciudad junto al mar; Florence Pugh, una feminista auténtica; otras hablando y pasándolo mal; Muros, también junto al mar; Joaquin Phoenix con un martillo de bola; Casey Affleck hablando el lenguaje secreto de la desolación; y un ciervo sagrado al que habría que matar... lentamente, (al director, no al animalito).


Mejor película y mejor actor, Casey Affleck
Manchester by the sea
El lenguaje secreto de la desolación







Mejor película revelación
En realidad nunca estuviste aquí
Uber Driver










Mejor actriz, Florence Pugh por
Lady Macbeth
Cumbres venenosas










Mejor guión
Z la ciudad perdida
La llamada de tu propia selva










 Mejor dirección Tom Ford por
Animales nocturnos
Una finísima venganza






Mejor obra de teatro (exaequo)

Hablando
Una temporada en el infierno












Eroski Paraíso
Galicia en vena








Bodrio del año
¡Que sacrifiquen al director!

martes, 13 de noviembre de 2018

A Ghost Story

Todos seríamos fantasmas
Dir. David Lowery

Act. Rooney Mara, Casey Affleck, Rob Zabrecky...

EE UU, 2017, 87 minutos

















Todos seríamos fantasmas
Solo los chinos y yo creemos en los fantasmas. Incluso en este, envuelto en una sábana blanca con dos agujeros negros para los no ojos, que merodea por la casa de su ex mujer una vez muerto, bailando entre diferentes edades.

En realidad la cita del título es de Héctor Aguilar Camín y dice textualmente que "en una realidad más estricta todos seríamos fantasmas". Quizá no tan poéticos y melancólicos como el que interpreta el magnífico Casey Afflek, reverso luminoso del cretino de su hermano Ben, al que da réplica Rooney Mara apoyada en un físico tan singular.

El director ha optado por el formato 4:3 con esquinas redondeadas y brinda toda una lección sobre el encuadre. La crítica bienpensante la ha comparado con El árbol de la vida de Malick. No gustará a casi nadie que no sepa mirar sin ver.

Hay que dejarse llevar por la poesía y flotar como el espectro sobre la áspera realidad hasta la disolución. Ojalá que todos los que nos rodean fueran como este. Yo prometo serlo.
alfonso

(...) seguir el primer imperativo fenomenológico: ir a las propias cosas para describirlas, intentar poner rigurosamente en palabras lo que normalmente no se suele poner en palabras, lo que se suele considerar inexpresable… Coger el mundo, rehacerlo y devolverlo casi sin cambiar excepto por lo que se ha observado. Este estilo cinematográfico divergente gira en torno a cuestiones de la identidad humana, el propósito y la libertad.

(Sobre el cine de Malick) en En el café de los existencialistas, Sarah Backwell

lunes, 12 de noviembre de 2018

El caso Sloane

Personaje en busca de autor
Dir. John Madden

Act. Jessica Chastain, Mark Strong, Gugu Mbatha-Raw...

EE.UU, 2016, 132 minutos

















Personajes huérfanos de autor
Por lo general apago la pantalla o me salgo del cine al segundo "obviamente". En este caso no, debido a una trama interesante y a la apabullante belleza de Jessica y -ojo al nombre- Gugu Mbatha Raw, dos figuras en blanco y negro radical. Las mujeres -la mermada minoría heterosexual-, pueden optar por Mark Strong, porque el apellido promete guerra y el torso del muchacho es como el de Cristiano Ronaldo, pero con cerebro.

Ahora bien, esas abstrusas parrafadas, largas, pretendidamente brillantes y que dejan al actor exhausto y a la intemperie intelectual y al espectador tendiendo el oído, no se sostienen más que en una película de WASP's donde los símbolos de Apple relucen incluso más que las actrices.

Y de los tres elementos de cualquier obra, -personaje, historia y puesta en escena-, falla clamorosamente el primero, apareciendo la protagonista como ese huérfano que casi todos llevamos dentro, que siempre se presenta con mirada desvalida, cautelosa y un punto desconcertada.

Además, en este caso viene con buenismo de serie, librando una batalla en que valen todos los medios para conseguir los fines: regular la venta de armas en Estados Unidos.

Algo tan difícil allí como regular las hipotecas aquí, excepto en el caso del chalet en la sierra del mismísimo marqués de Galapagar.
alfonso

sábado, 27 de octubre de 2018

Thelma

Un levísimo y sobrenatural panfleto
Dir. Joaquim Trier
Act. Eili Harboe,  Kaya Wilkins,  Ellen Dorrit Petersen...

Noruega, 2017, 116 minutos

















Un levísismo y sobrenatural panfleto 
El sobrino holla por primera vez el sendero abierto por el tío más chalado, el mismísimo Lars von Trier, el agente provocador más chapucero del mundo por lo magro y chusco de los resultados. 

Joaquim se embarca ahora en lo sobrenatural tras las magníficas Oslo 31 de Agosto y El amor hace más ruido que las bombas, para relatar una historia de amor lésbico contenida por el peso de la culpa y el fundamentalismo cristiano escandinavo, ahí queda eso, que bosqueja una historia de brujas del siglo XXI. 

Son groseros los símbolos religiosos, -las serpientes, los pájaros suicidas, los vómitos negros-, y los capítulos de trasgresión, -el alcohol, las drogas, la blasfemia-; mediocre la historia de amor entre ellas, y muy brillantes las primeras escenas, -merece la pena ver el tráiler-, la fotografía con esos lentísimos travellings inversos, y algunas escenas que consiguen erizar el vello.

Y es decepcionante el final tan militante contra el hortero patriarcado (sic) o como se diga ahora, y el guiño feminista con la madre, más la pegajosa reconciliación de las amantes en contrapicado.

Pero, efectivamente, no hay que desdeñar el poder de la culpa y del pecado, sobre todo cuando se siembran en la infancia, como bien señala el subtítulo. De ello da buena cuenta los tiempos tenebrosos que atravesamos, trufados de una furibunda estupidez, esa sí, hija sola de nuestra naturaleza simiesca.
alfonso 

sábado, 20 de octubre de 2018

El hilo invisible

Puntada sin hilo
Dir. Paul Thomas Anderson
Act. Daniel Day Lewis, Vicky Krieps,  Lesley Manville...


Estados Unidos, 2017, 130 minutos
















Puntada sin hilo
Poco queda del brillante director de Magnolia o Boogie Nights y bastante del de las supinas tonterías de Embriagado de amor o Puro vicio. Ha acabado por creerse su papel de niño bonito del cine estadounidense a caballo entre el independentismo de Sundance y el gran espectáculo de Hollywood.

Aquí el espectáculo radica sobre todo en esta larga oda a la neurosis. Del protagonista, del personaje, de los secundarios y del director, responsable por cierto de una fotografía excelsa, un trabajo que deja boquiabierto por su profundidad de campo y la orfebrería de los encuadres. Su némesis es una banda sonora insoportable y omnipresente del guitarrista de Radio Head, al que prometo no pinchar jamás.

Tampoco hay que desdeñar el vestuario, claro está, y la puesta en escena, atención a los papeles pintados, así como la casa georgiana en que discurre toda la película y donde encerró al elenco y técnicos durante los 60 días del rodaje.

Por lo tanto no es de extrañar que Daniel Day Lewis, intensísimo toda la película, dijera basta y apuntara a retirarse de la interpretación. Ya veremos, pero si no lo hace va a acabar recostado en la otomana del psicoanalista o pescando truchas sin caña en los ríos de la verde Irlanda.

Un ejercicio de puro estilo, recibiendo influencias de todas partes, el Hitchcok de Rebeca y Vértigo, el Scorsese de La Edad de la Inocencia, incluso la atmósfera de Los muertos de Huston para componer un indigesto masala, tan dañino como las setas venenosas con que le reclama para ella sola la protagonista, deseosa de empoderarse a costa del insufrible modisto, perdón por la redundancia.
alfonso


lunes, 15 de octubre de 2018

Lady Bird

El arte de ser independiente
Dir. Greta Gerwig.

Act. Saoirse Ronan, Laurie Metcalf, Tracy Letts...

Estados Unidos, 2017, 94 minutos

















El arte de ser independiente
Eso que tan poco practican los jóvenes de estas latitudes, -vive de tus padres hasta que alcances su nivel de confort al menos-, lo escribe muy bien la directora y autora del guión y también de la anterior Frances Ha, en que aborda una historia similar.

Para ello se sirve de una extraordinaria actriz, Saoirse Ronan,  Hanna, Lost River, Brooklyn, cuyo nombre significa en gaélico precisamente Libertad  y se convertirá en un icono de la pantalla, como la ahora algo apagada Carey Mulligan.

Parece una película fácil, de instituto de provincias, es decir de Sacramento, California, en el caso que nos ocupa, de cuyas baldías tierras y omnipresente aridez intelectual quiere escapar como si se tratara de, pongamos por caso, Carboneras, Almería. Pero en realidad se trata de un retrato muy fino de personajes y de ese enfrentamiento que existe siempre más o menos veladamente entre mujeres, madre e hija en este caso, aunque las feministas se hayan inventado la estúpida y falsa memez de la "sororidad".

Buena galería de personajes, la gorda, la guapa ligera de cascos, el padre deprimido, la madre trabajadora y dominanta -ese producto tan made in Spain-, y Lady Bird, cuyo nombre no alude a la traducción, ese insecto llamado catarina o mariquita, sino a la mujer pájaro que renuncia al nombre que sus padres le han impuesto.

Lástima de final tan pringosillo, pero esto es Hollywood amigos. Si tenemos personalidad y somos obstinados y cabezotas, -lo somos, lo somos-, hay que apagar el televisor o salir de la sala en el minuto 90, cuatro antes del final. Y no ceder ante nuestros par de ancestros jamás.
alfonso

lunes, 1 de octubre de 2018

The rider

Mestizos low cost
Dir. Chloé Zhao
Act. Brady, Tim y Lilly Jaundreau...


104 minutos, EE.UU, 2018

















Mestizajes low cost
Una de esas películas que causan furor en los festivales de cine independiente y que sirven para que la directora, también mestiza por cierto, deje de ser independiente en cuanto pueda para hacer basura de súper héroes o así.

Los indios, o los nativos americanos como les llaman en Lavapiés, vagan por las praderas, en este caso, por las Badlands de Dakota del Sur, algo así como el desierto de Tabernas en Almería, como almas en pena, lidiando con el alcohol y las drogas y administrando los casinos que los emigrantes blancos les cedieron tras invadir su país, en busca de un mundo mejor, por supuesto. Sobre todo para ellos mismos.

Así, esta familia de Lakotas pasan de domadores de caballos salvajes a patéticos vaqueros de rodeo, donde suelen acabar lisiados, -o discapacitados como dirían en Ferraz-, y perdidos en un mundo que ya no es suyo, y una cultura de baratija, resultante de la de la clase media gringa: comida basura, familia disfuncional, cerveza Buddweiser, -léase Badwater-, y mucha televisión.

La directora arma una trama muy tenue, fotografía mal la naturaleza y los animales y desdibuja los diálogos, ya de por sí casi inexistentes, con una familia embarcada en galopante cuesta abajo, para bosquejar un relato donde prima la melancolía y la nostalgia por un tiempo que ya nunca volverá. Menos mal que a las naciones indias los Wasp al menos no les llamaron xenófobos.
alfonso

domingo, 16 de septiembre de 2018

Tres anuncios en las afueras

Prestidigitación
Dir. y guión: Martin McDonagh
Act. Frances McDormand, Woody Harrelson, Norman Rockwell...

EE.UU. 2017, 115 minutos

















Prestidigitación
Algunos podrían decir que eso es el teatro, o el cine, pero no sería cierto. Al menos no en todos los casos. El anglo irlandés McDonagh domina el arte como un maestro. Alterna drama con comedia, poesía con lenguaje vulgar, sentimentalismo con rudeza, personajes turbios al borde del existencialismo, como en el caso de Escondidos en Brujas, y personajes pintorescos y más irlandeses que la Guinnes como las madres de La reina de la belleza de Leenane o de esta película.

A todos brinda al menos una escena memorable, la de Woody Harrelson para enmarcar, la de su personaje fetiche el pequeñito Peter Dinklage, y  las actuaciones completas del gran Norman Rockwell y la reina del cine independiente Frances McDormand.

Probablemente no hay mejor personaje que aquel al que la vida le da igual, porque puedes hacer con él lo que quieras sin caer en el ridículo. McDonagh maniobra con total libertad. Incluye una escena de curas con el único fin de llamarles pederastas; hace una de las mejores escenas de eutanasia vistas en cine; se saca unas cartas de la manga que rozan la cursilería pero funcionan como un engranaje en el guión. Y acaba negociando con Hollywood un final aceptable sin renunciar a sus principios irlandeses de sentimentalismo, ruido y furia.

Un dramaturgo metido al cine, otro irlandés migrado al Oeste. Un mago que domina todas las artes del oficio, al que le permitimos todos los trucos. Hasta los que se ven.
alfonso

domingo, 2 de septiembre de 2018

Rodajes de cine (y de infarto)

Aquel puñado de chalados...

Aparece en la revista, mejor dicho, en el soporte publicitario ICON, de dudosísimo gusto, una buena pieza sobre los rodajes más accidentados, chalados e iluminados... de la historia del cine, a saber...

Doctor Zhivago, El mago de Oz, Waterworld, Han Solo, La Reina de África, Qué fue de Baby Jane, El renasío (sic), Guerra Mundial Z, Tiburón, Apocalypse Now, El Dorado, Espartaco, El hombre que mató a Don Qujote, La Guerra de las Galaxias y El resplandor.

De todas ellas, nos quedamos, por supuesto con Apocalypse Now y el pirado de Martin Sheen antes de que se convirtiera a un catolicismo ramplón, perdón por la redundancia, no como su hijo Charlie, que sigue siendo un crack.

A Martin le dio un infarto de todo lo que se metía en drogas y alcohol, perfectamente ilustrado en la escena I´m only in Saigon, donde rompe su propio espejo, y Coppola disfrutó como un niño en los rigores de la guerra. "No es una película sobre Vietnam. Es la guerra de Vietnam misma", afirmó.

Sin olvidar a Jim Morrison y su música, This is the end (en la versión no censurada). Aquella que decía para espanto de feministas versión Windows Vista...

"Father?" "Yes, son?" "I want to kill you"
"Mother? I want to..."

martes, 29 de mayo de 2018

El Cairo Confidencial

Bogart Mustafá
Dir. Tarik Saleh
Act. Fares Fares, Tareq Abdalá, Yasser Alí Maher,

Suecia, 2017, 106 minutos


















Bogart Mustafá
Al filo de la inexistente Primavera Árabe y los sucesos de la plaza Tahir en El Cairo, un árabe devenido sueco por aquello de la emigración, dibuja con trazo algo grueso una historia de detective marlowiano: perdedor, poco corruptible, tozudo y nada condescendiente con los podridos energúmenos que campan en su país, ya sea en las poltronas o en las mezquitas más conspicuas.

Fuma de todo, y fuma mucho, hasta agobiar al respetable, acaba desenmascarando a su propia familia y resolviendo a medias un caso que, como la vida misma es irresoluble del todo, moviéndose  en una ciudad mal disfrazada de egipcia, -rodada en Túnez por la censura-, que no obstante cumple bien tendiendo el eterno velo de la miseria cotidiana de los arrabales árabes poblado de personajes fantasmales.

Multipremiada quizá por razones algo espurias todo suena a recalentado, incluido el título en castellano, tan oportunista, con personajes excéntricos, siempre secundarios en la vida y algo fuera de lugar.

Quizá sus anacronismos sean su mejor aliciente.
alfonso

Roman J. Israel Esq.

Un error perdonable
Dir. Dan Gilroy
Act. Denzel Washington, Colin Farrel, Carmen Ejogo...

EE.UU. 2017, 129 minutos

















Un error perdonable
Es una lástima que el abogado que representa Denzel Washington se corrompa y con ello traicione a su cliente, un mafioso, lo que acaba pagando con la vida. Es una lástima, digo, que por estos pagos no acabe sucediendo lo mismo, aunque dulcificado, con esas torpes parejas de trepas amantes del lujo burgués devenidos en esa casta que antes fustigaban, o con los cuentacorrientistas suizos.

Un gran trabajo del actor que también  produce la película, casi un juguete de lucimiento del mismo, con algunos buenos momentos como el enfrentamiento (dialéctico) con la feminista que, claro, tacha de patriarcal y machista a quien solo es amable y educado.

Los Ángeles, siempre al borde de la distopía, atropella todo lo que se mueve en la superficie, incluido su torpe sistema judicial y las ideas trasnochadas de un abogado negro de los derechos civiles que cree asaltar los cielos, y solo se asalta a sí mismo con sus torpes andares de Groucho afro y su indomable melena e ingenuidad.
alfonso

domingo, 1 de abril de 2018

Hal 9000, domingo de resurrección

Un doblaje casi perfecto

Un doblaje casi perfecto para una muerte mecánica


A raíz del artículo del New York TimesThe Story of a Voice: HAL in ‘2001’ Wasn’t Always So Eerily Calm, sobre el el texto y su grabación del robot excesivamente quisquilloso, no menos que el mítico director y su paranoia en la repetición de escenas-, presentamos aquí, la secuencia original y, abajo,  la doblada en castellano, dirigida por José María Angelat para poder comparar ambas, en la que la copia -en castellano-, supera en nuestra opinión al original.



Por cierto, delgalinearoja no tiene el más mínimo miedo de la inteligencia artificial y su posible amenaza para el ser humano. La amenaza funciona en sentido contrario, la inteligencia también...

Feliz domingo... de resurreción.


viernes, 9 de marzo de 2018

La muerte de Stalin

La teoría de la relatividad
Dir. Armando Iannucci
Act. Steve Buscemi, Michael Palin, Olga Kurilenko...


UK, 2017, 106 minutos

















La teoría de la relatividad
Se cumplen 50 años de la ofensiva del Tet que puso término estratégico a la guerra de Vietnam; Stalin murió hace 65 años y tres días y nada importan los 60.000 gringos muertos por nada y los 10 millones de purgados en Rusia, muerto más o muerto menos. Por estas latitudes se sigue siendo estalinista sin perjuicios aunque barnizados de populistas, como ese secretario general  que entregaba a los camaradas disidentes que pasaban de incógnito los Pirineos, para acabar firmando los pactos de la Moncloa. Y se podría seguir hasta el infinito y más allá.

Comedia es tragedia más tiempo. Y como en su primera y descacharrante película, In the loop, el escocés Iannucci tira de sátira feroz para cachondearse del poder y de los tontos que miran el dedo que señala la luna. Con un efectivo reparto de actores que bordan sus papeles, aunque a veces la vis cómica no funcione. Puede que por la mala traducción del inglés, sobre todo con una panoplia de tacos bien imaginativos en un país que parece, solo parece, que apenas tienen uno, -fuck-, y porque el inglés engolado no funciona en la magnífica puesta en escena y ambientación moscovita.

O sea que hay que tener mucho cuidado por qué y sobre todo por quién se da la vida. Lo más normal es que nunca, nunca, nunca, merezca tal pena. El tiempo todo lo arrasa, la única ventaja es que te ríes. Si sobrevives.
alfonso

domingo, 11 de febrero de 2018

Mujeres de la Chanca

El Macondo almeriense
Sensi Falan
Dirección y texto: Adán Torres

Teatro de Carboneras, Almería



















El Macondo almeriense
La Chanca, el barrio gitano de pescadores de bajura y cuevas al pie de la Alcazaba, se ha convertido en un territorio mítico para la izquierda de la zona, junto a la Desbandá y los  antiguos refugios de la ciudad. Habitualmente se tiñe de lamento y reivindicación más o menos airada y fue territorio fecundo para las correrías de Valente y claro, Goytisolo, antes de exiliarse  casi del todo en su dorada dictadura del rey alauita de Marruecos.

Hoy se agradece el canto de Sensi Falán, hija de sus calles empinadas tan bien fotografiadas por Pérez Siquier, que saluda los recuerdos vivos de sus mujeres con una voz espléndida y alegre por mucha miseria que reinara entre las paredes apenas encaladas de las covachas.

Es un espectáculo sencillo con cuatro objetos, una red, una mesa y una silla funcional que merecería la maldición eterna de Ikea, que embelesa con el canto de Sensi y se pierde algo en un texto que podría estar más cuidado y rimar mejor con lo que cuenta y la realidad que glosa. También una dramaturgia más trabajada podría enriquecer el espectáculo.

Pero emociona al respetable, sobre todo cuando entona aflamencada con voz cargada de Mediterráneo las Nanas de la cebolla.

Tu risa me hace libre, 
me pone alas. 
Soledades me quita, 
cárcel me arranca

Lo seguimos suscribiendo.
alfonso

miércoles, 31 de enero de 2018

Knight of cups

Al garete
Dir y guión: Terrence Malick
Act. Christian Bale, Cate Blanchett, Natalie Portman...

113 minutos, EE.UU, (No estrenada en España)

Traducción (correcta) al castellano. Rey de corazones















(S.C) Navegar es lo que importa, aunque sea al garete
Ya mencionábamos el síndrome en El tercer asesinato de Kore Eda, ese que acomete a los grandes artistas y creadores haciéndoles perder el asidero con la realidad, dejar de escuchar y navegar a la deriva. Malick ya lo apuntaba en El árbol de la vida, pero aquí bate su propio récord de voces en off, actores ausentes, guión tenue como una raya en la arena, montaje -dos años-, obsesivo, banda sonora excelsa y mucha, mucha agua, contrapicados, steady en permanente estado de agitación, algún dron, ausencia de primeros planos, y pasión por la arquitectura, el mar y demás señas de identidad propias.

Ya conocemos su fijación con Heidegger y su imperativo fenomenológico, y cómo se ciñe a ese estilo, a decir de Sarah Backwell en El café de los existencialistas, "Coger el mundo, rehacerlo y devolverlo casi sin cambiar excepto por lo que se ha observado. Este estilo cinematográfico divergente gira en torno a cuestiones de la identidad humana, el propósito y la libertad."

Intentar poner rigurosamente en imágenes lo que normalmente no se suele poner en imágenes, lo que se suele considerar inexpresable. Hacer pensar  diferente como afirmaba tras unos cientos de páginas el filósofo alemán. Aunque no se entienda, se cambia.

Pero, Terry, sin achaques de la vejez. Esperemos tiempos mejores. A ver si se atreven a estrenar Song to song o Voyage of Time y seguimos soñando casi despiertos, al borde mismo del abismo de la vida.
alfonso