martes, 15 de abril de 2014

Miel

Dir. Valeria Golino
Act. Jasmine Trinca, Carlo Cecchi






Italia, Francia, 2013

El tráiler
La penúltima decisión
En un país más ultracatólico aún que este, el debate sobre la eutanasia y el suicidio asistido está algo más atrasado y se manifiesta en las dudas de la protagonista sobre administrar la eutanasia sólo a los enfermos terminales y no a los que deciden libremente terminar con su vida por motivos serios, meditados, no por una depresión pasajera. Quizá la última frontera se dibuje en los pacientes de Alzheimer, ya que incluso en Bélgica se está legislando y aprobando algunas disposiciones legales sobre los menores de edad.

La bellisima Jasmine Trinca (lástima el apellido de político) monta un espléndido personaje, frágil, solitario y enigmático con el que enfrentarse al ingeniero que desea acabar con sus días porque se aburre y le aburre la estrepitosa brutalidad del género humano. La directora, novel, maneja espléndidamente las elipsis y a sus actores, administra muy bien la música, -ese casi siempre fracasado intento de mejorar el silencio-, porque es Miel quien la escoge para los momentos finales de sus "pacientes", y juega como nadie con los cristales, los reflejos y las pantallas, sin caer nunca en el sentimentalismo ni en la blandenguería, a pesar de alguna escena bastante arriesgada.

Por cierto, ya se puede comprar por Internet la anestesia para caballos -no perros como figura en la cinta- sin tener que desplazarse a Tijuana, aunque por razones legales conviene que sea el sujeto el que realice la transacción. ¡Y menudo detallazo el del helio en la bolsa para facilitar con alegría la cianosis mortal!

Hay muchos cristales, en efecto, que aíslan y protegen a la protagonista, pero también se echa mano de otros recursos igual de efectivos, como el Ipod o el traje de neopreno con el que practicar el autista deporte de la natación.
alfonso