Dir. Steven Spielberg
Reparto: Michelle Williams, Paul Dano, Gabriel LaBelle...
EE.UU. 2022, 151 minutos
Para mí siempre recordado con esa niña de rojo que transita por la barbarie de La lista de Schindler, sin embargo siempre carameliza sus películas hasta en algunas ocasiones matar al público de un coma diabético. Aquí glosa a su familia como una unidad sin fisuras, amable, cariñosa, articulados por el arte y el judaísmo hasta que un incidente, captado, cómo no, por una cámara, revela un desvarío de la madre, calificada como un poco rarita, pero al parecer nunca perpetrado.
Cine dentro del cine, una actividad fascinante que aún así ha brindado ejemplos perniciosos como los petardos de Ocho y medio y Cinema Paraíso o maravillas como El crepúsculo de los dioses. Yo de Spielberg en esa onda me quedo con Super 8. Por supuesto, el Rey Midas del cine demuestra su maestría en el séptimo arte en casi, casi... todas sus escenas.
Del reparto poco que decir, que no soporto a Paul Dano, ni sus personajes de Pozos de ambición o Pequeña Mis Sunshine.
Y de la familia, -ya sea judía, gentil, escandinava o de Sendero Luminoso-, me remito a mi cita favorita de un mexicano expedito, Yuri Herrera: