domingo, 10 de abril de 2022

Drive my car

 

Dir. Ryûsuke Hamaguchi

Reparto: Hidetoshi Nishijima, Tôko Miura, Reika Kirishima...

Japón, 2021, 180 minutos

Filmin







La soportable levedad de Murakami
Un coche sueco y rojo avanza sobre el paisaje de Hiroshima, el funcional skyline que la bomba nuclear americana lanzada contra su población civil ha reconstruido tras la destrucción. Circula como un útero entre los colores fríos de la ciudad y sus calles medio desiertas para que un director de teatro pueda escuchar Tio Vania en el cassete del coche.

A partir de ahí empieza el show Murakami: leyendas y cuentos levísimos, de sexo liofilizado e imaginación preadolescente, con mucho sentimiento y mucho lirismo... que a uno le cansa infinitamente desde Tokio Blues y desde que las editoriales encerraran al eximio escritor para que escribiera cuanto más mejor con el fin de aprovechar el filón.

Así, los cuentos breves se suceden con empalagamiento creciente hasta el coma diabético, para espíritus dados a la sensiblería levemente zen mezclada como un mal martini con la sórdida novela romántica.

Una amiga decía que el mejor sitio donde colocar un micro para averiguar la vida completa de una persona es su coche. Allí se confiesa uno, habla por el móvil, escucha su música, lleva a sus amantes a un lugar retirado, mira el mar y medita en voz alta contra uno mismo y su destino.

Es lo mejor de la película, ese avance sobre las calles muertas de Hiroshima con una chófer callada, aunque al final, esta se rinde al síndrome del escritor sensible y comienza a narrar sus desventuras. 
Por qué no se calla...
alfonso