Dirección y guión: Nicholas Jarecki
Act. Richard Gere, Susan Sarandon, Tim Roth, Brit Marling
EE.UU, 2012
Ha nacido una estrella
El propio Richard Gere que después de 60 años ha aprendido a actuar, bien respaldado por uno de esos elencos de actores secundarios norteamericanos, casi siempre perfectos. Excepto Laetitia Casta, la pobre, que con su figura ya un tanto ajada, recordemos que posó como símbolo de la República Francesa en el célebre busto de Marianne, presente en todos los ayuntamientos galos, no da la talla ni para este higiénico papelillo.
El guión es una pequeña pieza de orfebrería, que ajusta casi a la perfección, con tan sólo un par de mentirijillas para ayudar a su lógica interna, y la producción es todo un lujo de puesta en escena con una narración muy eficaz incluso para un director debutante.
Se pasa volando la hora y media larga asistiendo al backstage del auténtico capitalismo financiero y tiburonero, no como el de estos pagos, trufado de una patética galería de chorizos ávidos del pelotazo garbancero como los palurdos de Marbella o los mafiosillos del aeropuerto de Castellón o Ciudad Real, cuyo más glamouroso exponente podría ser... el sin par engominado Mario Conde.
Cuando la bancarrota amenaza en el horizonte es habitual que la familia que tan bien ha vivido, particularmente la enjoyada y ociosa ama de casa, se escandalice de los métodos del que lleva el abundante botín al hogar. Así, la hipocresía pone broche de oro a la tragicomedia bufa.
alfonso