Dir. Hou Hsiao-Hsien
Act. Shu Qi, Chang Chen, Zhou Yun...
Taiwan, 2015, 105 minutos
Crujir de seda, historia vacía
China siglo IX, el emperador Tan ha tenido que destinar ejércitos y gobernadores a las provincias limítrofes para frenar las incursiones de los bárbaros, pero los señores feudales, conscientes de su poder, se rebelan contra el centralismo. Una princesa de la secta de los Asesinos, que dirige una monja princesa, se encarga de eliminarlos hasta que tropieza con su propia historia y su antiguo prometido.
Act. Shu Qi, Chang Chen, Zhou Yun...
Taiwan, 2015, 105 minutos
Crujir de seda, historia vacía
Un auténtico espectáculo que merecería una mejor historia, o una medianamente inteligible, al menos para el público occidental.
China siglo IX, el emperador Tan ha tenido que destinar ejércitos y gobernadores a las provincias limítrofes para frenar las incursiones de los bárbaros, pero los señores feudales, conscientes de su poder, se rebelan contra el centralismo. Una princesa de la secta de los Asesinos, que dirige una monja princesa, se encarga de eliminarlos hasta que tropieza con su propia historia y su antiguo prometido.
Hasta aquí lo que se entiende y las similitudes con la historia reciente de este país. El resto, -personajes que aparecen de pronto sin venir a colación, historias colaterales que pasan veladamente, epigramáticos nombres chinos...- te sumergen en el estupor o el vacío.
Magnífica fotografía, exteriores e interiores, sedas demasiados nuevas que arrojan frufrus algo grimosos, texturas que se adivinan entre el humo de los hogares, mucho rojo, poco wuxia pero realista, sin piruetas por los árboles y los tejados, y una preciosa protagonista.
Entre algunos ronquidos y muchos espectadores abandonando la sala se disfruta de los travelling laterales, del preciosismo y del lejano exotismo de Oriente. Pero como dice mi acompañante, está encriptada.
alfonso