Dir. Steven Zaillian
Reparto: Riz Ahmed, John Turturro, Michael Kenneth Williams, Bill Camp, Poorna Jagannathan
Serie HBO, EE.UU. 8 capítulos, 480 min, 2016
Era difícil imaginar una reedición del caso Devito, un actor sin carisma, feo, para decirlo sin ambages y con un rictus que podría echar para atrás al respetable, que cada día lo es menos, por cierto. Pero el actor, que en esta serie aparece interpretando a un abogado cutre aquejado de un eccema en los pies y otras partes del cuerpo, se ha convertido en un gigante. Ya se le veía venir después de su creación de Jesús en El gran Leboswky, un latino hortera y pederasta que quiere ganar a los bolos nada menos que al Nota.
En estos tiempos de miseria moral, política y sobre todo cultural, la serie retrata bien el ambiente neoyorquino, con su luz cenital color ceniza recién sacada del crematorio, sus crímenes, sus minorías pakistaníes y sus cárceles donde no aparece ningún blanco ni por levísimo asomo.
Y dibuja buenos personajes, el policía bueno, -el malo está desaparecido-, la fiscal pintada de bruja, recién bajada de Zugarramurdi, el protagonista paki, un estudiante con cara de bueno que sufre una transformación flamígera en la cárcel, y sobre todo el abogado, un Turturro impagable que accedió al personaje después de que muriera Gandolfini y renunciara De Niro.
Se agradece además el final abierto y poco edificante, aunque sea para seguir tirando del hilo en una más que probable segunda parte. Y el plano final del gato, símbolo de lo poco que hoy en día merece la pena salvar, en un tiempo en que a los viejos se nos tira a la basura por la tolva del populismo. Mientras Roberta Flack cierra el plano con The first time I ever saw your face.
alfonso