Dir. Grant Singer
Reparto: Benicio del Toro, Justin Timberlake, Domenick Lombardozzi...
EE.UU, 2023, 134 minutos, Netflix
Había una canción que glosaba los ojos de Bette Davies, estrábicos, perezosos y más malignos que los de Patricia Highsmith. Los de Benicio del Toro no le andan a la zaga, aunque más achinados. También algo reptilianos, encienden cualquier película donde actúa el hipnótico actor puertorriqueño, ya sea como el Che, como Sicario o en Cosas que perdimos en el fuego.
Aquí escribe el guion, produce la película en parte y borra a todos los otros actores excepto a Domenick Lombardozzi, descendiente directo de Luca Brassi del Padrino I, ese mafioso auténtico que hacía de guardaespaldas en el set y que Coppola incorporó al rodaje.
La historia importa poco, se trata de una trama enrevesada tejida en torno a una agente de la propiedad inmobiliaria y un turbio negocio de drogas e inmuebles.
Y todos los personajes, aunque la mayoría endebles, se parecen a los políticos españoles, incluidos los confederados: que todos son sospechosos. En la película, del asesinato; en el que nos atañe en la realidad más chusca y torera, de corrupción rampante y sinvergonzonería.
Desde el siglo XIV. Al menos.
alfonso