viernes, 8 de abril de 2016

La invitación

La invitación
Dir. Karyn Kusama
Act. Logan Marshall-Green, Tammy Blanchard, Michelle Krusiec...



EE.UU 2015, 100 minutos















Sectas químicas
Habría que empezar parafraseando a Oscar Wilde, "Señor, líbrame de las sectas químicas que de las espirituales ya me encargo yo". Aquí aparecen mezcladas, empezando por las que sostienen que todas las emociones y los conflictos no son más que procesos químicos que se solucionan mediante píldoras. Se llaman Pfizer, Roche, Novartis... su negocio mueve más dinero que el tráfico de armas y sus acólitos se cuentan por cientos de millones, casi todos en Occidente.

Luego están las otras, de carácter más místico y espiritual, para mentes quebradas por el dolor y el duelo que son particularmente frágiles y accesibles. Sus actividades suelen basarse en el sexo y se quedan con el dinero de sus fieles. Son más o menos exóticas, inmatriculan sus bienes inmuebles, suelen practicar la pedofilia y tienen siempre un líder supremo, vestido de payaso, y una corte purpurada.

La película mezcla ambas con tino, tiene más tonterías que un mueble bar y más trucos que una declaración de Hacienda redactada en Panamá. Se pasa de violencia en la última parte. Íntegramente rodada en interiores, le salva un buen final. Sin spoiler.

Pero si te invitan a una casa toda enrejada, quitan la llave de la puerta y no hay fijo ni cobertura... más vale buscarse una excusa para salir pitando. Aunque sea que Podemos te ha propuesto un pacto, por muy estúpido que suene.
alfonso