Dir. Ken Kwapis
Act. Robert Redford, Nick Nolte...
EE.UU, 2015, 104 minutos
El Camino de Santiago laico
Act. Robert Redford, Nick Nolte...
EE.UU, 2015, 104 minutos
El Camino de Santiago laico
Adaptación chata, aburrida y sin gracia del divertido libro de Bill Bryson, último capricho de Robert Redford como productor y estrella botoxmizada en plena decadencia, con una pésima educación sobre cómo envejecer con dignidad. Todo en él parece a punto de desplomarse, la cirugía, el botox, el pelo teñido, la dentadura falsa, las lentillas de los ojos azules, la faja con que se sujeta la barriga. Al Nolte le da igual que le rebose por las costuras la vida de rosas, drogas y alcohol que ha llevado, gordo, rojo, hinchado y con la voz partida.
La película desperdicia todo: el libro, los maravillosos paisajes, el naturalismo del autor y su amor por la naturaleza, la galería de personajes... y los autores del guión, un par de plumillas al servicio del dueño absoluto de la factoría Sundance, les tendrían que reciclar urgentemente... en guardabosques. Es plano, tonto y tedioso.
El Appalachian Trail, el Camino de los Apalaches, de Atlanta a Maine, de más de 3000 kilómetros, hace que el Camino de Santiago parezca un paseo dominguero por el Retiro y además se puede prescindir del increíble número de cretinos que pueblan el sendero más transitado del Norte de la península, el Camino Francés. La palma se la lleva un alto ejecutivo de marketing del Real Madrid, retirado en un albergue para peregrinos al que habría que colgar de su propio cíngulo.
Lo hice hace varios años a cuenta de una página web del Ministerio de Cultura: en coche, claro, y como les decía a los peregrinos cuando les veía más exhaustos: vosotros pagáis por hacerlo. A mí me pagan.
alfonso