Dir. Avelina Prat
Reparto: Ivan Barnev, Karra Elejalde, Alejandra Jiménez...
Hispano búlgara, 2022, 93 minutos
Una historia que es cara a la literatura con leve acento pasoliniano, cómo un personaje entra en un universo y lo modifica en mayor o menor medida. Es casi una ópera prima de Avelina Prat, una valenciana que filma en su tierra con una fotografía reseñable y algunos desajustes de primeriza.
Entre estos se encuentra una floja actuación del siempre efectivo Karra Elejalde, sobre todo en las escenas de bronca a su compañero de reparto, que están mal escritas y peor filmadas. Este, el búlgaro de la historia, está espléndido y se acaba comiendo al gazteiztarra con patatas fritas.
Un búlgaro ronda sin hogar ni oficio por Valencia y es acogido por un jubilado con el que comparte pasión por el ajedrez y, como es natural en ambos, por los yogures. Y le cambiará la vida, de forma sutil pero determinante. Curiosamente aparece el bridge en pantalla, algo insólito, porque como bien dice Karra, "ahí hay mucha caspa".
Se trata de una de esas películas sencillas, frescas y agradables, difíciles de ver en las pantallas de este montuno país, tan costumbrista y casposo en su cine, ahora feminista por decreto ministerial y regido por el manchego siniestro y su tribu de actores y amiguetes amaestrados.
A disfrutarla sin moderación en Filmin, que trata inútilmente de abrasarnos con series, -cine para adolescentes encelados-, más zafias y pesadas que el Boletín Oficial del Estado... búlgaro.
Que además, está escrito en cirílico.
alfonso