domingo, 7 de junio de 2009
Still walking (Aruitemo, aruitemo)
Dir. y guión: Hirokazu Kore-Eda
Act. Yoshio Harada, Kirin Kiki, Hiroshi Abe...
La inmensa levedad nipona
Enésima maravilla de Kore Eda, autor de Nadie sabe o Hana, que esta vez aborda el género del reencuentro familiar con una sensibilidad, una sobriedad y una elegancia deslumbrante. La composición de los padres es delicadísima a pesar de mostrar sus mezquindades, crueldades y ruindades, a la vez que les dota de un gran sentido del humor y humanidad.
El contrapunto de los niños, siempre con la cámara a la altura de sus ojos, es deslumbrante como no podía ser de otra forma en el autor de Nadie sabe. Filma como pocos la ceremonia de la comida, la calidez estrecha de los espacios de las casas japonesas, el sentimiento de pérdida, del tiempo perdido y de la muerte, la ausencia de contacto físico a la manera occidental, la naturaleza.
Todo camina armoniosamente, fluye, en una película en que cada frase, cada plano, cada secuencia está medida al milímetro para brindar una lección magistral de la cultura y la civilización japonesa, a la vez que universal.
Calurosamente recomendada, es de las cintas que uno se quedaría a ver de nuevo cuando acaba.
alfonso