De Sergi López y Jorge Picó
Act. Sergi López
Teatro del Barrio
Ciento veinte minutos con los espectadores enfrentados a una fuerza de la naturaleza que se desborda en cientos de personajes, canta, gesticula, realiza el coito mientras nos lo cuenta, sube y baja de un cajón y se enzarza con un personaje de estos que abundan en el país, que el público, rendido desde el minuto uno, agradece con renovado fervor.
Una lástima que necesite, como el diésel, calentarse antes de arrancar con una primera hora borrosa, sobre todo porque el texto no funciona, no conecta y Sergi López se agazapa, no saca risas ni sonrisas. El respetable, ideológicamente sesgado, dispuesto a romperse las manos aplaudiendo sí o sí, entregado al local de Lavapiés y su cosmogonía, se retuerce de risa mientras otros, minoría, encogemos levemente los hombros. Luego ya sí, una vez rodado el volcánico actor, con un texto más coherente, ya no vehículo sólo de la dramaturgia, la naturaleza se desata.
Una lástima que la faceta más turbia de Sergi López, esa que le hemos visto en cine, oscilando de un lado al otro del personaje, con mirada torcida y guiño avieso, no aflore en estas obras, un poco pichorradicas, como dicen los navarros.
Bonito y recoleto teatro con 120 localidades bien plantadas, trato excelente y magnífica web donde es fácil comprar, para un proyecto teatral muy bien armado y con prometedora trayectoria a seguir con atención.
alfonso
